El regreso a casa
Continuación de El crucero. La vuelta a casa nos depara alguna que otra sorpresa, y mucho sexo.
El regreso a casa.
Llegamos al coche, guardamos las maletas y nos pusimos en marcha. Edgar fue adelante conmigo, ya que al ser alto, iba a ir muy incómodo en la parte de atrás del coche.
Fuimos hablando muy animadamente los cuatro en el coche, Raquel y yo, no perdimos la ocasión de reírnos un poco de ellos, por haberles dado vergüenza el decirnos que si les podíamos llevar a Madrid.
“Edgar, ¿Cuándo te empezó a dar vergüenza el pedirnos si os podíamos llevar? ¿Cuándo me estabas dando por...