Mis aventuras con Balma y Luis (III)

Se producen varios encuentros, donde disfrutan del placer mutuamente...

Unas semanas después de haberse mudado, me llamó Luis que estaba de visita por la ciudad, e invitándose a casa a tomar una cerveza y darse un baño en la piscina.

Total que esa noche nos fuimos para la casita de campo. Había una luna espléndida.

Nos desnudamos y nos zambullimos en la piscina. Nadamos, jugamos un rato y enseguida nos empalmamos los dos, entre tanto jugueteo, roces y tocamientos. Me sumergí bajo el agua y me zampé su polla hasta el fondo de mi garganta. Nunca había expe...

El juego de la botella borracha

Un día que se aburrian, acudieron unos cuantos amigos a una casa para jugar a la botella borracha. Solo había una mujer.

La historia que les contaré, me ocurrió cuando me encontré con unos vecinos de mi barrio, y me invitaron a la casa de uno de ellos a jugar a la botella borracha.

Los meses de verano los pasaba en la casa de mi abuela, que a diferencia de mi casa, era muy amplia. El barrio era muy tranquilo, y tenía amigos de mi edad. A mis 19 años me gustaba mucho ir ahí, ya que los chicos manejaban moto, y había muchas fiestas.

Mi abuela era una persona mayor y no tan estricta como mi padre, por lo...

Fantasías

Una fantasía que gracias al hombre se hace realidad... invitará a varios amigos para que hagan disfrutar a su chica como se merece.

Por fin era Sábado el día perfecto para dar rienda suelta a mis fantasías, pero eso como siempre no seria posible, o eso creía yo. Había quedado con mi amigo en que me pasaría a buscar a las once de la noche y allí estaba tan puntual como siempre.

Le abrí la puerta en ropa interior ya que teníamos una relación de amistad un poco especial y no me importaba que me viera así porque ya me había visto de casi todas las maneras posibles. Como he dicho nuestra amistad era especial pues cuando n...

Virginia

Despues de un erótico sueño, llegaba la realidad.

Era una mañana húmeda de primavera estuvo lloviendo parte de la noche, En mi cama con las sabanas alrededor de mi cuerpo, aun recordaba el sueño con el que me había despertado. Estire mis brazos intentado tocar a mi amante, sin darme cuenta que hacia ya algún tiempo dormía sola.

Me fui al baño dispuesta a darme una ducha, me vi el reflejo de mi cuerpo en el espejo, era hermoso, sentí deslizarse la suave tela de seda que pretendía tapara mi cuerpo. Tenia que darme una ducha rápida pues hay que ir...

Mis aventuras con Balma y Luis (II)

Se lo pasaron de miedo, comentan lo sucedido y siguen gozando.

Aquí continúa el relato de mis aventuras con Balma y Luis

Pues demás está decirles que los chicos y yo nos lo pasamos fenomenal aquella mañana.

Al mediodía preparé una barbacoa, para recuperar fuerzas, descansamos un rato de siesta y al levantarnos volvimos a echarnos en la piscina para refrescarnos un poco.

Luego mientras descansábamos en las tumbonas, volvimos a conversar sobre lo disfrutado por la mañana, y ellos se mostraron contentos y excitados por lo que vendría luego. Qu...

La culpa fue del gato

Observo a sus vecinan gozando del sexo, y ellas le invitaron a la fiesta.

Hola. Soy un chico de Barcelona, de 27 años, y este relato lo he guardado en la memoria unos 10 años. Si es real o solo parte de mi imaginación, carece de importancia. Solo os pido que lo leáis, y lo disfrutéis.

Cuando yo tenia solo unos 17 o 18 años, vivía en casa de mis padres, yo tenia dos vecinas, que estaban de muy buen ver. Una era menudita, delgada, con el pelo rubio, rizado y alborotado. Parecía una muñequita, y a mi me ponía nervioso cada vez que la veía, notaba como me latía el...

Me gustan los desconocidos

El deseo de una joven por mantener relaciones con desconocidos le vió envuelta en una gran orgía inconsentida.

Mi nombre es Sara, tengo 23 años, estudio arquitectura en Madrid, y vivo sola en un piso que mis padres tienen en esta ciudad. Soy una chica morena, de estatura media, y bastante resultona a tenor del éxito que tengo con los hombres. Desde que vine a vivir a Madrid, antes estaba en un pueblo de León, he descubierto que soy una auténtica adicta al sexo y como a continuación os cuento, esto me trajo algún que otro problemilla.

Tengo fascinación por dos cosas fundamentalmente: Me vuelven loca las p...

Mis aventuras con Balma y Luis (I)

Le piden ayuda y consejo, y como no, acepta encantado ser su maestro también para el sexo.

Como sabrán soy bisexual declarado (habrán leído otras historias mías) Pues resulta que en el instituto soy y fui el encargado de dar las charlas de educación sexual (el zorro cuidando del gallinero). Es así que soy frecuente blanco de las dudas de los chavales y chavalas que estudian (bueno, que asisten) allí. En uno de esos días se me acercó una parejita de chavales (los llamaremos Balma y Luis), muy amigos entre sí, pero no pareja, de unos 17 tiernos añitos, y (luego comprobaría) deliciosos...

Mis tres compañeras

Estaba solo en casa... unas amigas le avisan que le van a hacer una visita, y será un día que nunca olvidará.

Hola a todos, me llamo Charlotte.

Antes de empezar con mi relato quiero contarles que soy de Buenos Aires (Argentina), tengo 20 años, mido 1.80 mts, peso 72 kg, ojos color miel, pelo corto, morocho y con una buena verga gruesa y lista para coger en cualquier momento y lugar.

El relato que les voy a contar ocurrió hace 2 años, o sea en el año 2000.

Todo empezó una tarde de viernes, en verano, una tarde que nunca voy a olvidar.

Eran las 17:00 hs, hacia mucho calor, yo estaba d...

Misterioso anfitrión

Las aventuras de un joven español en Londres, que se vé involucrado en una orgía con todos los gastos pagados.

Saludos a los lectores de todorelatos.com. Os voy a contar una historia real que me ocurrió hace ya algunos años en un viaje que hice a Londres, y en el que realmente descubrí que mi mente calenturienta y mi deseoso y ardiente cuerpo iban de la mano.

Mi nombre es Nacho y la historia que os cuento sucedió cuendo tenía 24 años. Hasta ese momento mi vida era bastante monótona. Tenía una novia desde hacía 6 años y nuestras relaciones eran demasiado normales para lo que mi mente calenturienta requerí...