La fiesta
Un deseo ferviente Una fiesta ardiente El encuentro anhelado Un despertar inesperado
LA FIESTA
El efecto de las sales de litio que debo ingerir cada ocho horas ha disminuido; el pabellón donde me encuentro recluido está en calma; es más de media noche y el enfermero encargado de proporcionarnos las dosis en el horario indicado debe haberse quedado dormido, por lo que yo aprovecho este breve espacio de lucidez para describir esta terrible historia y así descargar la conciencia del tremendo peso que ha llevado a cuestas, desde el día que el destino me llevó a vivirla. Todavía...