Maestra poseida VIII
Sigue la tarde de compras de nuestra pobre maestra
Capitulo 8
La sollozante maestra se sobresaltó al volver a la realidad por el sonido de voces cuando dos señoras entraron en los servicios. Miró el consolador en su mano y pensó, “Esto no va a caberme dentro”. Abrió el tubo de lubrificante y lo aplicó cautelosamente al consolador. Luego metió la mano entre sus piernas y se puso un poco de lubrificante en su ano. Intentó meterse el dedo dentro para introducirse un poco de gel. Quería esperar hasta que no hubiera nadie en los servicios antes de probar a...