A mi madre la ponen cachonda los juegos de cartas
Aquella noche me di cuenta que a mi madre la ponían cachonda los juegos de cartas, a mi mejor amigo mi madre y a mí verlos follando.
Aquel verano mi madre descubrió los juegos de cartas. No sé ni quien la enseñó ni cómo ni con quien jugó pero la obsesión de jugar a las cartas la penetró fuerte y profundamente.
La pregunté quien la había enseñado y, después de unos segundos de vacilación en los que sorprendentemente se puso muy colorada, me dijo que Encarni, la vecina, la había enseñado.
- ¿Encarni, la vecina cincuentona que tiene pinta de puta, que siempre nos mira y habla mal de nosotros? ¿Nuestra enemiga jurada? ¿Es en serio?...