Castigada a follar
Marta quería probar cosas nuevas,lo que no se esparaba es que iba a ser castigada.
Marta quería nuevas experiencias, era una mujer casada de 36 años, 173 de estatura, castaña de pelo largo, cuerpo bonito, 90 de pecho, 65 de cintura y 94 de cadera, culo duro trabajado en gimnasio. Su marido no la satisfacía lo suficiente, así que pactó con él permitirle infidelidades a cambio de disfrutar también ella por su cuenta.
Marta trabajaba en unas oficinas de seguros en una importante capital del país. Su jefe había abusado un par de veces de ella y eso la excitaba, en realidad le atr...