Se cogieron al viejo
Gregorio que te ocurrió a lo que él respondió: mujer vamos a la policía porque me han violado.
La historia que les relato a continuación es una historia ocurrida en unos de esos pueblos donde reina la paz y la tranquilidad. Donde los atardeceres y los amaneres ofrecen la gracia divina de la creación de Dios. Quizás una vida ermitaña, quizás una vida de soledad, pero más que eso, una vida de tranquilidad donde se supone que nada terrible pueda pasar.
Cierta tarde, cuando los últimos rayos de sol golpeaban el horizonte de la extensa sabana que daba hacia la parte final de su casa, una vez c...