Dos firmas que me costaron mucho (1)
La inocencia mia y de mi esposo, permiten una fiesta en la dependencia policial.
Me llamo Gabi y los que voy a contar ocurrió hace dos años y fue el principio de mi separación. Mi ex esposo nunca pudo entender que todas las mujeres somos putas de nacimiento algunas más que otras pero siempre dependiendo del acompañante de turno.
Hasta ese día eramos una pareja normal, yo tenía 32 años y mi esposo Daniel 34. Era viernes a la noche, volviamos de una reunión en la casa de unos amigos, cuando fuimos sorprendidos por un control policial. Esto se presentó raro desde el principio,...