Mi viaje por Zimbabwe 4
Un hombre traiciona a Gainsborough, ese hombre pagará un precio muy alto, su hija.
Le supliqué que me lo quitara, que seria su esclavo.
Pero ella mantenía una mirada llena de rabia y soltó estas palabras
-¿quieres gozar o morir?
Llorando, me levanté, mis pasos eran lentos, carentes de vida, lo único que me hacia acelerar el paso eran las patadas de Gainsborough.
Otra vez en la arena, el hermano de aquella chica está ahí, con su collar bomba y unos auriculares que nos han puesto a los dos, teníamos que obedecer o… morir.
-¡señoras y señores! ¡Negros y… bueno!,...