PROSTITUIDA A LA FUERZA final

La esperada culminacion de la historia de Samanta

Samanta sentia mucho asco de tener que someterse de nuevo a la voluntad de un despreciable como lo era el dueño de casa de su adorado chofer Felipe, pera ya era hora de haga algo por el, la vida del pobre viejo que tanto la habia ayudado corria mucho peligro y ella debia evitarlo a toda costa y no podia hacer otra cosa que seguir ofreciendo su hermoso cuerpo al degenerado que tenia al lado de la cama.

-Y bueno muñeca, ya te dije que no me ire de aqui hasta probar tu panochita, y no me vengas con pende...

Castigo en el instituto

Una chica es descubierta fumando porros en el instituto, para evitar que sus padres se enteren, deberá satisfacer a su profesor por una tarde entera

Juan es un profesor de instituto de 35 años de edad, pasa sus días enseñando a chicos y chicas adolescentes una asignatura que a ninguno le interesa. Además de eso no es muy popular entre las mujeres debido a su timidez, le cuesta tanto entablar conversación que muy pocas veces tiene contacto con ellas.

Una mañana en un rato que tenía libre, Juan estaba paseando por el instituto para estirar las piernas y distraerse un rato. Pero cuando pasó por delante del cuarto de limpieza notó un olor extraño. S...

Un accidente de coche me convirtio en puta

Un simple accidente, un error cambio mi vida y la de mi familia para siempre de un modo que jamas podria haber imaginado.

Mi nombre es Maria Jesus y llevo casada 15 años con mi marido Luis, tenemos 2 hijos de 12 y 9 años, mi esposo Luis trabaja en una pequeña empresa como administrativo y yo hasta hace 2 años era dependienta en una tienda de ropa pero la crisis obligo a reducir la plantilla y yo fui una de las damnificadas.

Tengo 38 años, los mismos que mi esposo, ambos nos casamos muy jóvenes con apenas 23 años cumplidos y con poca experiencia en la vida, en el amor Luis habia sido el unico hombre con el que yo habia es...

Noches de Insomnio 2

Mario continua visitando a Helena, sus noches de insomnio apenas están comenzando.

Durante los siguientes días Helena puso una silla en su puerta por las noches, la puerta del cuarto de huéspedes no tenia un pestillo así que esa era la única manera de evitar que alguien entrara. Por las noches apenas si dormía, el miedo que le había causado Mario se había pegado a ella como algo asqueroso.

Pero Mario no intento volver a entrar, se le notaba distante, llegaba ya entrada el atardecer y si le dirigía una mirada a Helena era de desprecio. La madre de Mario apenas si podía sostener la mi...

Perdida

Las desventuras de una chica con clase en una isla "casi" desierta

Viejo, amigo mío, tienes que verla. Debemos ser unos malditos genios: la idea funciona. Funciona mucho, mucho mejor de lo esperado. Mi yegüita salvaje ha resultado bastante fácil de domar. La prueba saldrá bien; eso te lo garantizo. La apuesta ha sido grande, lo sé, pero al final obtendremos buenos beneficios.

Y vaya hembra, viejo. Aún siento en la poya el calor de su carne, tan apretada estaba la primera vez que se la metí. Lo puso difícil, claro. Es joven, está en forma, y esos muslos macizos no sir...

Jugando con mis amigas 5

Los juegos continúan tal y como habíamos acordado ocurrían cada tanto tiempo

Jugando con mis amigas 5

Los juegos continúan tal y como habíamos acordado ocurrían cada tanto tiempo (Nota: se recomienda enormemente leer las partes previas antes), si bien no hay fechas ni nada así acordado intentamos que no sean ni muy seguidos ni muy distantes el uno del otro, para permitir a la perdedora tener la oportunidad de revancha, yo en alguno de los juegos intente buscar que las prendas sean un poco más fuertes. Pero siempre tenemos que estar de acuerdo todas las que participemos cuando...

Ka mika ze - Continuación 1° parte

Segunda parte. Una joven en busca de aventuras, sumergida en un mundo de perversos.

Despues de haberme dejado sola, el silencio hacía un excelente trabajo con mi resistencia. Mis pensamientos volaban lejos de mi situación actual. A pesar de mi desnudez y de estar atada a una mesa, en la soledad, mis pensamientos se ocupaban del origen de esta situación. Pensaba como podía haberse transformado mi hombre excitante en este ser tan oscuro, y las dudas se apoderaban de mí. Mi pasado fumador había causado dudas a la hora de los perfumes y olores. Y la duda es una asesina silenciosa cuando no dis...

El ídolo 2: Las nalgas de la profesora fueron mías

La desgracia cae en nuestra expedición y uno de sus integrantes muere. Queriendo olvidar, Olvido y yo estábamos amándonos cuando la profesora se mete en nuestra cama. Allí descubre que no se juega con fuego.

Tal y como había amenazado, Olvido se encargó que esa noche nadie durmiera en el campamento. Cabreada al descubrir que nuestra jefa había estado espiándonos mientras follábamos en la laguna, decidió vengarse y cómo le interesaba tanto nuestra actividad sexual, le regaló una sinfonía de gritos y jadeos que nunca olvidaría.

Polvo tras polvo, me obligó a acompañarla en su lujuria durante horas y solo cuando comprobó que me había dejado seco y que por mucho que lo intentara, se había convertido en un impo...

Su nombre era Carla

Una inocente chica se ve en una situación comprometedora con un grupo de obreros, que no pierden la oportunidad de aprovecharse de la situación... y de ella.

Su nombre era Carla, casi 1.70 de estatura, piel blanca y losana, cabello ondulado, castaño al igual que sus ojos, rasgos finos, una nariz respingada, cejas bien delineadas, unos labios rosados carnosos; su figura, la envidia de cualquier otra adolescente, unos pechos grandes, redondos y erguidos, una cintura estrechita muy femenina, con unas caderas amplias que iban a la perfección con su precioso par de nalgas, tan redondas y paradas, las cuales daban paso a unas piernas esculturales, suaves, y torneadas,...

LA TRISTE VIDA DE OLGA cuarta parte

El camino al infierno estaba plagado de buenas intenciones...

Los dos viejos borrachosos seguian durmiendo muy a gusto en la sala de la pequeña casa en la cual la pobre de Olga y su madre eran prisioneras, ya se las habian culeado todo lo que qusieron, las habian humillado e insultado, ahora solo dormian acurrucadas la una a la otra en esa fria noche. Afuera los dos viejos despreciables ya se estaban levantando despues de una suculenta siesta.

-Oye Hector, como ya que le dimos el suficiente descanso a esas zorritas, yo por mi lado ya estoy listo para seguirles d...