Sueños en vida-muerte

Trazada nos describe en su micro el último pensamiento de un vampiro al sentir traspasado su corazón por una estaca.

Sintió esa insistente comezón en las raíces de los colmillos que asalta a los vampiros en épocas de celo. Soñó mordiscos de sangre golosa, imaginó venas y arterias que, insinuantes en su desnudez, se contoneaban a ritmo de latidos.

Tan embebido estaba en su ensoñación que no reparó en que alguien había alzado la tapa del ataúd. La estaca partió su corazón al primer golpe y él, un instante antes del fin, atisbó en relámpago la garganta de quien le empujaba a la muerte dentro de la muerte, u...

Mi despacho...

Subes corriendo los peldaños, me abrazas, me besas, en tus ojos veo la chispa del deseo.

Mi despacho

Subes corriendo los peldaños, me abrazas, me besas, en tus ojos veo la chispa del deseo, sin mayores preámbulos subo tu falda a la altura de tu cintura, bajo tu ropa interior a la altura de tus rodillas, me hinco frente a ti y beso tu sexo

(Maravilloso ya hueles a mujer excitada), trato de meter mi lengua en esa fuente de placer, pero… ¡Oooh! Por la premura tus medias y tu calzón te impiden abrir un poco más tus piernas, y me tengo que conformar con solo acariciar con la...

Nos pueden pillar

Una relación peligrosa pero necesaria para unos amantes que desafían ciertas normas.

  • Si continúas haciendo eso voy a correrme –le dije.

  • Eso pretendo –replicó ella lasciva.

La verdad es que aquella paja cadenciosa, tan rítmica como sólo Almudena sabía hacerlo, me estaba transportando a la galaxia del placer extremo.

  • Si nena, pero tú marido o tu hermana, pueden venir y pillarnos.

  • No van a venir –me susurró ella al oído- están en el comedor viendo las fotografías que mi marido ha traído de nuestro viaje por Egipto. Y ya sabes, tu mujer, que se siente una ar...

Deja de pensar en ella

Duda ante la puerta del placer. Sólo es cuestión de traspasarla, después no te vas a arrepentir.

-Deja de pensar en ella, si no te será imposible disfrutar de nuestro encuentro –dijo Ángela.

  • Lo siento de veras –me disculpé consternado- creía que me iba a resultar más sencillo.

-Pero eras tú el que más deseabas que esto sucediese, ¿verdad?

  • Sí, han sido años y años de querer estar contigo, de desearte, de anhelar poseerte

  • ¡Venga! –me animó ella-, ya hemos hecho lo más difícil. Nos hemos decidido. Ahora estamos sobre la cama, desnudos; es cuestión de empezar… Quizá si t...

Hastío

Masulokunoxo nos habla, en el Ejercicio, de las noches de hotel, y acoseja que, en la mala hora, la que precede al amanecer, se puede dormir, follar o delirar, pero no pensar en ella.

Llueve. El reloj digital, incrustado en un lateral del cabecero de la cama, marca las 5.20 h y, fuera, llueve con fuerza.

Las cortinas están descorridas. Te excita hacerlo imaginando que algún mirón se recrea con el espectáculo. Lo descubrí en nuestra primera cita. Te dije, muy digno, contestando a tu pregunta de -¿Dónde nos la jugamos?-, que un caballero jamás pone a una dama en el brete de tener que decir no…en la primera cita.

El conserje del hotel no se lo creía -¿Tres docenas de velas?...

La sonrisa

Caronte participa en el Ejercicio con un micro micro de veras, no erótico, sobre el paso al más allá.

"Por más que lo intentaron, no lograron hacerle aparentar un mínimo de seriedad y tuvieron que enterrarle con aquella estúpida sonrisa en el rostro. El revuelo en el tanatorio fue de vértigo, pero nadie se atrevió a pensar que murió feliz; por fin iba a enterarse de qué se ríen las calaveras."...

En la víspera de la batalla

Jaguarinside nos dice en el Ejercicio que, siendo la batalla inevitable, esta noche es la sexual primicia de la victoria de mañana.

EN LA VISPERA DE LA BATALLA

Sereno, con el cráneo de su enemigo como almohada, el cimeriano reposaba cavilando sobre las batallas de días recientes. A su lado, una morena y hermosa esclava limpiaba con esmero las heridas de su costado y frente.

-"Por Crom!"- exhaló él al sentir el punzante dolor que le provocó con sus curaciones.

La haló hacia sí por la cadena que la sujetaba del cuello y acercó su rabioso y amenazador rostro al suave y dulce rostro de ella.

La joven ni se inmut...

Tres tristes traidores

Un trío insólito en el que la búsqueda del puro placer salta barreras que la moral impone.

Sentí cierta pena al ver a aquellas dos mujeres inclinadas, arrodilladas ante mí. Y también sentí pena por mí mismo. La vida esta llena de traiciones y paradojas, quizá motivadas por la incesante búsqueda del placer.

Allí abajo estaban afanadas en acariciar, chupar y lamer mi pene. La una con algo más de sesenta años y la otra instalada en la feliz treintena. Con ambas, por separado había tenido tórridas fantasías sexuales. Pensar sale gratis y no crea cargo de conciencia; pero aquello que estaba...

Retrato de mujer

No llegué ni siquiera a tocarla, pero todavía la recuerdo.

. Se puso a hablar conmigo no sé por qué. Estábamos en barra, sentados en taburetes contiguos. Su tono de voz era lejano, como si viniera del otro lado de las cosas.

  • En realidad

Calló, tomó el vaso, se lo llevó a los labios, apenas los mojó. Me miró:

  • Bueno, no importa.

Encendió un cigarrillo. Aspiró y dejo escapar el humo, que ascendió trabajosamente, con pena de irse. Tenía el rostro afilado como una proa. Se la veía rebelde y a la vez desvalida, buscando algo sin sa...

El dios

Una historia de conquista en la América del XVI

EL DIOS.

El dios abrasaba su piel desnuda cuando la poseía una y otra vez. Su padre la había ofrecido como garantía de paz. Así los perros NO atacarían a sus hermanos, ni la bestia de cuatro patas destrozaría las cabañas.

La poseyó la primera noche, le arañó la piel con su pecho de hierro. Luego fue peor, la tomaba en la larga siesta, y su cuerpo duro ardía, quemando su piel cobriza.

Hernán de Sangüesa fue perdiendo el miedo a ser apuñalado mientras gozaba de la guaraní. Esa tarde , a...