Minirelatos 2. (y una poesia).

Toda una vida de algunas aventuras, de una mujer plena, bella y madura

MI PRIMERA MASTURBADA A UN HOMBRE.

Resultaba verdaderamente increíble que, a pesar de haber sostenido relaciones sexuales, con otro novio que tuve en el pasado, jamás yo haya sostenido en mis manos un pene.

Pero luego, durante una tarde de verano, entre los rayos naranja y ocre de un sol ocultándose en el mar del océano pacifico; yo masturbaba a mi nuevo novio, viendo admirada y excitada, la forma como brotaba, a través de aquel maravilloso tubo de carne, unas enormes gotas de semen con mucha fu...

Saga del Lobo

La ley de la manada

3.- LA SOMBRA DEL LOBO.

Corría con el viento en pos del olor de la presa, sus hermanos corrían con él, embriagados con el olor a miedo que ella desprendía, siguiendo sin problemas el rastro claro que iba dejando.

Sacudió su cabello con un movimiento salvaje y respondió con un aullido al grito de la presa atrapada. Sus hermanos corearon su aullido y su fuerza vital se elevó en la noche.

En unos segundos estaba junto a ella, pequeña, aturdida, atrapada en unas zarzas a los pies de un roble...

Saga del Lobo

La ley de la manada

2.- EL BOSQUE

Me deslizo en el bosque, con las primeras sombras, oculto mi rostro con la caperuza roja. Si la muerte está aquí, afrontaré el peligro, lo prefiero a seguir viviendo asi.

Percibo en el aire el aroma del bosque, espliego, romero, tomillo, menta. Todo está en calma pero flota un olor extraño, previo a una tormenta. Mis pies desnudos corren por senderos ocultos, intento buscar el camino mas recto hacia el poblado. En la espesura todo está en silencio. Recuerdo las historias sobre las...

La casada ardiente

Estaba buena y muy mal follada

Me había escrito un correo, me había dicho su edad y me mandara unas fotos de su cuerpo. Era una mujer madura. ¡Y cómo estaba! Sus piernas era largas, su culo pequeño y redondo y sus tetas eran unas tetazas

Me preguntó si tenía Telegram, le dije que no, pero que lo iba a bajar. Por Telegram me mandó fotos en la que estaba en ropa interior en poses atrevidas y en las que se le veía la cara y era guapa. Jugamos, y después de correrse no supe de ella hasta una semana después, me llegó un mensaje por Tele...

Deberes conyugales 2

Mis deberes de esposa me obligan a hacer cosas que no me gustan.

DEBERES CONYUGALES 2.

  • ¡Desnuda! ¡ Quítate la ropa!

Sé que debo obedecerle, pero tengo miedo. Está parado ante mí, ha venido a media mañana, mientras limpiaba la casa. Me mira con ojos de loco, de bestia cegada por la lujuria.

  • Espera- le ruego – vamos a la alcoba.

  • No, acá en la sala. ¡Obedece!

Me suelto el vestido , me lo quito y lo dejo sobre la mesa, después me saco la combinación.

  • Mírame- me manda.

Quedo de pie frente a él, con los brazos pegados al cuerpo...

Saga del Lobo

La ley de la manada

1.- LA PECADORA

Me miran de través cuando paso por su lado. Yo camino con la vista al frente, la mirada pérdida, como si no me diera cuenta de nada, pero no dejo de observar sus miradas maliciosas, sus cuchicheos al pasar, en ocasiones escucho su risa ofensiva.

Me dejo llevar por mi mundo interior y sus imágenes me calman. El claro de la colina sembrado de margaritas, mis manos aferrando puñados de tierra humeda, el olor del maiz madurando al sol, su cuerpo cabalgando encima del mío. Quisiera po...

Teledominación

Un buen amo tiene un deber para con sus esclavos, el deber de dominarlos con regularidad, también en tiempos de aislamiento.

El mensajero acaba de entregarme el envío de mi amo. No falta mucho para la hora acordada, debo darme prisa. Con ansia y vigilando el reloj, abro el paquete y reparto el surtido de juguetes por la mesa. Me enchufo el vibrador en el culo, encajo mi polla en el masturbador, pego el dildo a la pared y me arrodillo frente a él. Conecto todos los juguetes a Internet y ajusto la cámara para que se me vea bien. Pasa la hora y nada, la pantalla del ordenador sigue oscura. Me agobio: «Ha escogido a otro» pienso con...

Placebo 1.

Serie de microrrelatos de efecto terapéutico.

Me acostaré en la cama. Con naturalidad. Ahora empezaré a quitarme las bragas y las dejaré caer como si nada. Muy bien.

Lo siguiente es ignorarte. No, no me vas a tocar. Te vas a quedar mirando. Sonrío con énfasis, que no se noten los nervios. El tiempo es mío.

Me pellizco con delicadeza, se ponen duros. Bajo por la piel, la respiración se acelera. Chupo un dedo, le llevó a la entrada del sexo. Frotó el clítoris, me estremezco. Me penetro, surge un suspiro. Otra vez, un escalofrío. Empiezo a moj...

Pillados por Ruth

Tercera entrega de mis aventuras con mi mujer en la que somos pillados por la protagonista de otros de mis relatos.

Carmela iba muy pasada de rosca. Quedábamos pocos en la fiesta y le patinaba tanto la lengua que casi no se podía entender lo que farfullaba. Le pregunté a Ruth, la anfitriona, si podíamos quedarnos a dormir y me indicó que fuéramos a la habitación de arriba de su casa.

Mientras me llevaba a Carmela cómo podía, Ruth me dijo algo que no entendí. Previo paso por el baño, intenté desnudarla para meterla en cama, pero ella quería seguir la juerga y me desnudó a mí también y, antes de poder frenarla, se pu...

Malentendidos

Diferencia de intereses

1.- EL DIARIO DE ELLA

El sábado por la noche lo encontré raro.

Habíamos quedado en encontrarnos en un bar para tomar una copa.

Estuve toda la tarde de compras con unas amigas y pensé que era culpa mía porque llegué con un poco de retraso a mi cita, pero él no hizo ningún comentario.

La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más íntimo para poder charlar más tranquilamente.

Fuimos a un restaurante y él se seguía portando de forma extraña.

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