Selfie
Una breve historia de autodescubrimiento sexual lésbico y juvenil
Imagino sus labios, esos que acaba de dejar marcados en mi mejilla, descendiendo por mi cuello, encaramándose a mis pechos, atreviéndose más abajo del ombligo y siento un quemazón en mi cuerpo que me hace revolverme en el asiento. El móvil chirría y ahí está la foto, mi cara y a apenas tres centímetros, la de mi amiga Carla, y en mi moflete izquierdo la forma perfecta de sus perfectos labios.
- ¡Qué guay ha quedado, tía! - le digo sin atreverme a confesarle nada. Esa noche, después de que la foto...