Médicos sin Frontera
En una misión de ayuda en un rincón desprotegido del mundo, encuentro a la mujer de la que no sé protegerme
Estábamos reunidos en el salón de la secretaría de sanidad, esperando impacientes que nos recibiera el coordinador de los programas de ayuda del gobierno a médicos sin fronteras.
Después de ocho meses metidos en medio de la nada volvíamos a España. Hoy se puede decir que nos iban a dar una evaluación de nuestra tarea, y estábamos impacientes porque sabíamos que nos iban a pasar a degüello (metafóricamente claro) y con razón. Se nos habían muerto cuatro chicos, bueno, por nuestra culpa dos, pero no es...