Vino. 7
Habían distribuido el espacio ingeniosamente, separando cada mesa por unas finas paredes que no llegaban al techo de bloques de cal, suficiente para ofrecer cierta intimidad sin llegar a resultar agobiantes.
Habían distribuido el espacio ingeniosamente, separando cada mesa por unas finas paredes que no llegaban al techo de bloques de cal, suficiente para ofrecer cierta intimidad sin llegar a resultar agobiantes. Escogieron una mesa al lado de una ventana y, aunque ya se había puesto el sol, sí que se podía observar el mar y el rastro que dibujaba el reflejo de la luna. Julia deci
dió darle un tiempo a Clara para no atosigarla y dedicó un buen rato a elegir un vino de la zona, ya que ella nunca se había cons...