Cruzando guantes - Capítulo 9

Se abren nuevos frentes de batalla en el combate.

Ninguna parecía querer dar el brazo a tocer y para cuando sonó la campana, tardaron un par de segundos en despegarse, a regañadientes.

Retrocedieron mirándose frente a frente, sin darse la espalda y Mercedes sonrió con burla al reparar en los pezones enhiestos de su rival, que se insinuaban bajo el corpiño. Pero su alegría duró poco, porque pudo comprobar idéntica reacción en el rostro de la retadora.

-¿Qué pasa, lesbiana? ¿Te gusto? -la provocó desde su rincón y se recostó contra las cuerdas, c...

Algo que no buscamos 9

No era ella, como que no era ella

El tono del Sr. Dugarte me había helado un poco la sangre, ellos siempre mantenían una actitud relajada y serena a tal grado de no saber cuándo bromeaban, por otro lado la Sra. Carlota era muy maternal pero siempre se mantuvo callada y distante, algo pasaba por su mente

Aun no le había dicho nada a las muchachas y pensé en mantenerlo así si los padres de Victoria no se lo decían yo no lo haría, aunque luego me lo reproche, los padres de Victoria subieron al piso yo me quede solo un rato pensando y dán...

Dos días y una noche

Breve espacio de tiempo, apenas 48 horas, en la vida de tres mujeres. Belén, María y yo. Viaje inesperado en el que el amor, en toda su amplitud, ha aflorado después de años reprimido en un joven corazón. Confieso mi infidelidad. Marina sabrá comprenderme y perdonarme...

Estoy hablando sola, cosa normal en mí acostumbrada a tener largas conversaciones con los cuadros de las paredes, los vasos de agua, la leña de la chimenea y hasta con el gel de baño.  Se necesita estar loca para convivir con tantos objetos y dialogar con ellos. Bueno, eso de dialogar lo dejamos en monologar que es más real, la cuestión es que cuando Marina no está o me deprimo, o hablo con las paredes, o me da por ir de compras, y la verdad no sé cual de las situaciones me aterroriza más.

Estoy esper...

Cruzando guantes - Capítulo 10

Lejos de detenerse, las amargas rivales combaten en todos los frentes.

Durante unos segundos ninguna quiso soltarse. Parecían fundidas y, a pesar del dolor que experimentaban, sus pezones estaban tan enhiestos que los sentían arder.

Encaradas, nariz contra nariz, se lanzaron una última mirada pletórica de odio antes de empujarse mutuamente y retroceder.

-¿Qué pasa? ¿Te gustaron mis tetas, mamu? -la provocó Analía con la voz temblorosa.

-¿Qué decís, tarada? Si vos sos la que está excitada, torta. -se mofó Mercedes recostándose contra las cuerdas al llegar a su...

Cruzando guantes - Capítulo 8

Las dos furiosas boxeadoras intentan romper la paridad en el duelo decisivo.

Mercedes aspiró una gran bocanada de aire y refrescó un poco sus pulmones. Sentía un hormigueo interno y apretó los dientes decidida a liquidar el pleito en cuanto sonó la campana y se giró para retomar el duelo.

Analía había hecho lo propio y las dos volvieron a intercambiar golpes que sacudieron sus lastimados rostros. No pasó mucho tiempo para que volvieran a trabarse en un férreo abrazo y retomaran el vaivén fundidas y resbalosas yendo hacia uno y otro lado mientras se gruñían e insultaban al oído...

Séptima [Ciencia ficción]

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Capítulo 13

Prisioneros

Áurea se dejó caer sobre una de las sillas metálicas de la sala principal. Tenía la mirada perdida en el espacio que atravesaba. Su mirada seria se debilitó, su labio inferior tembló. Sacó de su bolsillo una vieja foto donde estaban Azul y Yael y la miró durante un largo rato. Se puso de pie y caminó hasta donde estaban sus hijos.

—Perdónenme —dijo secándose una lágrima.


La nave se sacudió al entrar a la atmósfera Andraliana. El planeta era oscuro, d...

El regreso a Cartagena de Indias

Liliana y Susana, regresan a Colombia a continuar la vida juntas, tienen sus inconvenientes y trataran de superarlos. Es una continuación de viaje al paraiso

Llegamos a Cartagena vía Panamá, el departamento de Susana estaba cerca de la parte amurallada con sus imponentes cañones antiguos que hacían imaginar cuentos de piratas y filibusteros.

Susi era muy imaginativa. Había armado una pequeña empresa de turismo por internet para el colectivo LBGT.

No es que fuera la gran cosa, pero ya ofrecía servicio a varios hoteles, paradores, y sitios turísticos que sabían que el poder adquisitivo de esas comunidades, era superior a lo común.

Me sentía un po...

Cruzando guantes - Capítulo 7

Continúa el arduo enfrentamiento entre las amargas rivales.

Con un gruñido forcejearon durante casi medio minuto intentando recuperar el aliento y a la vez, desgastar a la contrincante, hasta que sonó la campana y ambas se separaron con una sensación de alivio.

El agua raspó sus gargantas y las dos respiraron profundo en un intento por recuperar energías.

En el arranque del siguiente asalto, La Pantera pareció tomar la imiciativa y puso a su rival contra las cuerdas varias veces pero, cuando iban dos minutos, recibió una letal combinación que debilitó su...

Cruzando guantes - Capítulo 6

Piña va, piña viene, las boxeadoras se entretienen

El arranque del asalto fue mas lento y, si bien hubo intercambios, ambas comenzaron a exhibir muestras de cansancio, midiendo los golpes antes de lanzarlos. Los dos rounds siguientes fueron en la misma tónica, con ambas enemigas más preocupadas en atacar que en defender. Sus ojos estaban hinchados por los golpes y tanto sus narices como sus bocas lucían los estragos de un duelo parejo e inclemente.

El octavo round había contabilizado tres caídas para cada una y amenazas con gruesos insultos por igual....

Inesperadamente tú 3

Desinterés

Manejé directo a donde estaban mis amigos y en todo el camino Zoé jamás soltó mi mano, sabía que estaba muy nerviosa y yo también pero ya no había marcha atrás y si quería cambiar mi vida debía hacer esto.

–Tranquila –Le sonreí –No pasará nada guapa

–Estás segura? –Preguntó –no tienes miedo a lo que digan tus amigos??

–Ellos sabrán entender, son mis amigos deberán aceptarlo y si no pues no me importa, es mi vida y hago lo que quiera.

Le sonreí y regresé mi vista al camino, cuando lle...