Mi regalo
...de vuelta a casa, en este otoño vestido de invierno, con la noche adelantándose a los relojes, estoy sólo y no quiero pensar, no sé lo qué quiero, pero no quiero pensar, cualquier cosa es mejor, por ejemplo follar...
- Joder, sí, qué bien la chupas, sigue, aahh- digo y mis manos en su nuca tratan de controlar el ritmo y la profundidad de los cabeceos.
El mundo dice que debería celebrar esta edad de otra forma, con una cena y velitas para dos tal vez, o de la misma manera pero con pareja estable y en una habitación de hotel porque los niños se han quedado en casa con la canguro, con amigos si de verdad los tuviera, pero ya ves, la vida me ha llevado por otros derroteros y hoy mi regalo es una prostituta africana qu...