Campamento cachondo con mi tímida novia, Parte 1

Yo y mi tímida novia vamos a un campamento con amigos de la universidad. Ella es tímida, pero todo cambió para siempre esos días...

Mi novia Alejandra y yo llevábamos más 5 años juntos. Ella era delgada y pequeña (ella media 160cm aproximadamente) tetas pequeñas y lindas (32B) y un culo un poco más grande de lo que te imaginarias que una chica así de petite podría tener. Aunque un poco pequeño para ser considerada una “chica nalgona” seguía siendo un culo muy lindo, redondo y firme, simplemente hermoso, algo delicioso de ver en cuatro patas. Comenzamos a ser pareja cuando ambos teníamos 16 años, cuando ella aún era simplemente una chica...

Realmente nuestro primer intercambio (3)

Continúan nuestro viaje e intercambios con Ingrid y Peter

Buenas a todos, seguiremos relatando la experiencia que nos introdujo en el mundo del intercambio y una nueva forma de enfocar nuestra vida sexual. También os animamos a dejar comentarios, más que nada con el fin de saber si os gusta nuestros relatos y seguir publicándolos.

Después de lo sucedido la noche anterior, nos costó levantarnos, pero había que zarpar rumbo a Cerdeña y la travesía duraría algo más de 6 horas y además había que repostar. Me desperté notando la mano de María en mi polla, que mej...

Diario de un Consentidor Exilio

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor.

Exilio

Los días corrían y el exilio forzado al que me tenía sometido Santiago comenzaba a pasarme factura. No se podía decir que estuviese aislado, en poco tiempo había logrado formar un equipo cohesionado con el que mantenía una relación cordial incluso fuera de la Junta; había hecho amistad con dos o tres de los funcionarios más cercanos, algún comentario lanzado al vuelo nos había dado pistas de que coincidíamos en ideas, gustos y aversiones y en ocasiones tirábamos hacia el centro para tomar alg...

El síndrome del oso panda (10)

Cuatro parejas sin demasiadas inhibiciones. ¿Qué puede pasar? (Pues no pasó lo que imagináis)

21

¡Vaya si me “solté”! (Lea)

El día anterior había sobrado sitio, pero hoy estábamos un poco justos: tres a cada lado, con Juani ocupando una cabecera de la mesa, y Christian la otra.

Yo estaba literalmente empotrada, en el banco corrido, entre Jorge y Carmelo. Frente a mí estaba Javi, mi amante de la mañana, entre Sandra y su pareja, aunque ellos, sentados en sillas, no estaban tan apretados como nosotros.

No podían evitarlo, (supongo que tampoco lo intentaban mucho): los roces...

El síndrome del oso panda (9)

Dice un refrán español que "quien hace un cesto, hace ciento". De manera que si ya se ha hecho un intercambio, pues...

19

Conversaciones de alcoba (Christian)

Tras el día vivido, cuando nos encontramos solos en casa me parecía hasta anormal estar vestido.

Durante la primera parte del trayecto de vuelta en nuestro coche, ninguno de los dos habló. Lea esquivaba mi mirada. Pero en un momento determinado nuestros ojos se encontraron. Sonreí, y puse mi mano sobre la suya. Sabía qué sentía, porque yo me encontraba igual: algo avergonzado, y muy violento. Pero había que acabar con aquella situación.

...

Las reglas del juego

Al principio le dejó hacer, pero poco a poco se fue haciendo dueña de la situación, dejando pistas de placer a su amante, cada vez que sus labios subían hasta su clítoris y se cerraban a su alrededor chupándolo con fuerza, pero con delicadeza, a la vez que usaba la punta de su...

– No habrá culos mejores que ver aquí como para perder el tiempo con el mío.

– Estás muy buena, nada que desmerecer respecto al resto de culos  del local. Y repito, se ha quedado mirando para tu culo.

José Manuel sonrió antes de dar un trago a su gintonic, a veces se preguntaba por qué lo pedía si, en el fondo, no le gustaban demasiado. Desde que se habían puesto de moda, no pedir uno significaba que te quedabas fuera de la conversación, al menos durante la primera media hora.

– Por cierto...

El síndrome del oso panda (8)

Pues fue sin ropa. Una cosa llevó a otra, y...

18

La comida, la sobremesa… (Lea)

—Podéis asearos en el baño de nuestro dormitorio, —dijo Sandra tras apurar la copa y tenderla en dirección a Christian, que la llenó de nuevo.

Se acercó a mí hasta que sus senos quedaron en contacto con mi brazo.

—Y ni se os ocurra vestiros —susurró en mi oído—. El día es largo aún… —concluyó dirigiéndome una mirada intencionada.

Christian y yo nos enjabonábamos mutuamente en la amplia ducha de nuestros anfitriones. A pesar del coito recien...

Al calor de unas copas ii

Hola amigos aquí les dejo la segunda parte de la noche de copas, pasada por mucho sexo, lujuria, juegos BI y morbo. Muchas gracias por sus comentarios, espero les gusten mis aventuras y seguir contando con sus enriquecedores consejos.

Después de descansar un poco María se despertó, Ricardo, Juan Carlos y yo seguíamos dormidos por el alcohol y el delicioso sexo que habíamos tenido.

Ella se levantó sigilosamente preparó una picada y sirvió dos copas de vino se acercó a mi lado y me despertó con un tierno beso en la mejilla muy cerca de los labios, no lo esperaba y me susurró al oído que no me asustara que solo quería ofrecerme una copa.

Tomamos un poco de vino y ví en su mirada ese fuego que me prendió de una, me acerqué a ella...

Un nuevo mundo, sexo con un fan.

Tras el estilo de vida que llevaba con mi novio, me quedo soltera, y las circunstancias me hacen entrar en un nuevo mundo en el que yo soy el juguete de mis fans.

INTRO

Vivía con mi madre, mis abuelos y mis dos tíos, mi familia nunca había tenido dinero y vivíamos en una casa antigua heredada por mis bisabuelos, en mi casa solo trabajaban los hombres y por la falta de empleo solo trabajaban en la aceituna en su época con lo que subsistimos con esos sueldos durante todo el año…

Esto me hizo ser una chica muy recatada, no me gustaba gastar, ni en ropa ni en ningún tipo de capricho, a los 18 me eche un novio , que prácticamente pagaba todo lo que consumíamos...

El síndrome del oso panda (7)

Una piscina es un lugar donde se está ligero de ropa... o sin ella

17

La piscina de Jorge y Sandra (Christian)

No llegamos a las doce, sino una hora antes. No sabíamos cuánto tiempo podía durar el viaje un sábado por la mañana, por lo que salimos con mucha anticipación.

Apreté el botón del interfono, confiando en no sacarles de la cama, y tras unos segundos, la voz de Jorge me dijo que metiera el auto en su garaje, cuya puerta comenzó a abrirse. Vi que salía a nuestro encuentro desde la puerta principal, vestido con un escueto bañador. A Sandra no...