Primera vez sola con otro

Tenía que saber si era cierto lo que contaban de ese hombre

Primera vez sola con otro

Un día en la empresa donde trabajo, una compañera me contó que su cuñada tenía un novio y que según su cuñada aquel novio tenía un pene muy grande que era de más de treinta centímetros, muy grueso y que hacía disfrutar tanto a la cuñada, que ella ya había compartido a su novio con algunas amigas y que todas estaban súper encantadas con ese pene tan grande; nosotras nos reíamos y disimulamos con chanzas y chistes el hecho de que nos había causado una gran impresión; mi es...

Jugando con fuego (Libro 4, Capítulos 25 y 26)

Continúa la historia.

CAPÍTULO 25

Insistí lo que pude, o más bien hasta donde siempre, hasta aquel “Estoy cansada, Pablo” que era una bandera a cuadros en mis intentos de indagar.

Nos acostamos y en el dormitorio aún se respiraba aquel “nada” constante: Nada a que hubiera pasado nada con él, y nada a que alguien les hubiera mirado, inquieto, en alerta y reprobador.

Los días siguientes continuaron con aquella falsa naturalidad de escribirse con él por las noches; como durante el fin de semana, tampoco mucho, qui...

Descubriendo el placer de viajar - 03

Una despedida de la ciudad muy completa, dando gusto a todos por igual

PARIS - 3

Cuando por fin se fueron los dos chicos, a eso de las doce, apenas me quedaban fuerzas para entrar en el baño y caer como una piedra en la bañera llena de agua humeante y reparadora. Salí cuando sentí frío y procedí a arreglarme para ir al encuentro de mi marido. Ese día habíamos quedado para comer juntos.

A la una estábamos en un magnifico restaurante, acompañados por uno de sus colegas franceses, muy amable y obsequioso, que lamentó continuamente no haber sabido antes que me encontra...

Mi primera infidelidad

Como en mi despacho fui cogida por un chaval, y despertó en mi la felina insaciable que hasta hoy sigo siendo

Hola a todos y todas, hoy les relataré mi primera infidelidad NO consentida a mi marido.

Bueno antes de nada me presentaré: Soy Clara 44 años, casada, morena, pelo largo, ojos miel, 68kg, 1.70kg, me cuido y hago deporte.

Yo me casé pronto, lo normal, a los 18 casi 19 años, era mi novio de toda la vida y futuro padre de mi hijo. Pero la monotonía dela vida cotidiana me empezó a aburrir, pues yo soy muy fogosa, muy activa siempre sexualmente y mi marido con los años poco a poco fue no descuidand...

Una putita indecisa

Ahí estaba yo, indecisa, sin saber que hacer. Mi mente decía que subiera a mi cuarto y me acostara, que era demasiado tarde. Pero mi panochita tenía otros planes. Y como toda putita que se precie de serlo, tuve que hacerle caso.

Ahí estaba yo, indecisa, sin saber que hacer. Mi mente decía que subiera a mi cuarto y me acostara, que era demasiado tarde. Pero mi panochita tenía otros planes. Y como toda putita que se precie de serlo, tuve que hacerle caso.

Unas horas antes mi novio, que era casado, había pasado por mí, para llevarme a una fiesta con sus amigos del trabajo. Es ese tiempo yo estudiaba la Universidad por lo que compartía casa con una amiga y con un amigo del dueño de la casa, que tenía como un mes de haber llegado...

Descubriendo a Cris. 8. Harakiri.

El cuestionario sexual es un éxito y se expande por internet como pólvora ardiendo. Es cuestión de tiempo que Cris y su entorno den con él. Lo que en principio parece una empresa de éxito puede tornarse una pesadilla cuando Migue descubra que hay pasados que es mejor no desenterrar.

8. Harakiri

Entreabrí los ojos y me encontré con la habitación sumida en una densa oscuridad. El silencio, tan profundo que resultaba antinatural, envolvía cada rincón, y una extraña sensación de paz me embriagaba. Mi cuerpo inerte sobre la cama, respiración pausada y frecuencia cardiaca bajo mínimos, las baterías cargadas después de un par de malas madrugadas. Me sentía limpio, dispuesto. Todo residuo venenoso parecía haber sido destilado durante la noche. La idea de querer hacer borrón y cuenta...

Perdido 2

Sometida

Abril de 1985

SOMETIDA

Eduardo llegó cansado a su casa, reponer todas las garrafas y tubos de gas que han agotado los turistas durante el fin de semana largo ha sido un gran negocio, pero el trabajo de subir y bajarlas del camión resultó agotador.

El hombre es un coloso de un metro noventa y muy musculado por el trabajo pesado, pero sus cincuenta años, su gran panza, la nada cuidada alimentación y su gusto por la cerveza, le están pasando factura.

Se cuida de mencionarlo a su j...

Una noche inolvidable 1era parte

Lo que debería ser una noche romántica con mi esposo, terminó en una cogida salvaje con unos extraños.

Mi nombre es Sara, tengo 34 años, soy originaria de Guadalajara, pero vivo en Monterrey desde hace varios años, por cuestiones del trabajo de mi esposo.

Soy mediana de estatura, 1.65mts, piel clara, buen trasero, buenas nalgas, nada espectacular pero tengo todo en su sitio.

Lo que les voy a platicar sucedio hace un par de años, en un momento en el que las cosas se habían puesto monótonas en nuestra relación, cierta noche mi

esposo me invitó a salir para reavivar la chispa de la pasión, m...

Mientras mi esposo duerme

Después de esperar a su esposo por mucho tiempo el el mal genio se apodera de ella, pero su humor cambia gracias al amigo de su esposo.

Mientras mi esposo duerme

Ese día estaba muy preocupada porque mi esposo no llegaba, él jamás llega tarde, es más, siempre me llama cuando sale de trabajar, pero ese día no lo hizo, mi mente empezaba a imaginar lo peor, a ese estrés se le sumaba que no me contestaba el celular, yo estaba que explotaba, no sé, si por la rabia o la incertidumbre de no saber nada de él, los mensajes de WhatsApp le llegaban, pero él no los leía, "creo que estaba muy ocupado para no contestar" me daba mal genio su falta de...

Historias de la mili 25

Relato coral de un grupo de soldados de reemplazo del Tercio de Armada en los años 80, durante los últimos meses de servicio militar. Historias de infidelidad, sexo de juventud, amor y también inevitable transición entre la adolescencia y la edad adulta.

Despedidas.

Julián vuelve a picar en la puerta. Oye ruido dentro de la casa. Así que insiste. Han pasado dos días y Leo no le ha llamado aún, cosa extraña. Dos días soportando al hijo de su madre de Valdivia, que lo ha tenido puteado sin un momento de descanso.

No se molestó en dirigirle la palabra en toda la mañana del día anterior, haciéndolo moverse con el tiempo contado para resolver recados chorras. Nada que justificase la petición de un chofer a la plana mayor. Ese mismo mediodía, apr...