Del dicho al hecho
Nos gustaba fantasear que lo hacíamos con otras personas, pero un buen día pasamos a la acción.
Hace unos mese se instaló en el piso de al lado Juan, un guapo joven de unos 30 años que había venido temporalmente a la ciudad por trabajo. Lo conocí en el ascensor, además de guapo también era bastante simpático y pronto congenió también con mi marido. Ernesto y yo ya rondamos los 40, los dos nos cuidamos bastante y nuestros cuerpos lo agradecen, yo voy asiduamente al gimnasio y eso ayuda a que mi figura siga siendo la envidia de mis amigas. Mi culo está duro y erguido, y mis tetas, tienen un buen tamañ...