Matrimonio sometido

Historia mezcla de realidad y de ficción dónde se narran las experiencias de un hombre dominante que satisface sus más oscuros y lascivos instintos ante un matrimonio sumiso, dispuesto a entregarse por completo y sin reservas a la causa.Consta de 6 capítulos que incluyo todos en este mismo relato.

· PRÓLOGO ·

Exclusivo para mis perros

El presente relato es una plasmación de ideas de un alto nivel obsceno, no apto para cardíacos, que sólo pretende en parte divertir, y por otra mostrar mi lado interior más oscuro. Ni que decir tiene, que entiendo el BDSM como un juego no como una extensión de mi vida diaria, por lo que la base del relato se sustenta principalmente en profundas exageraciones y divagaciones acerca de mis instintos más lascivos, indecentes y escabrosos.

Este relat...

Topless en la playa - La experiencia de Pablo (3)

Basado en el relato original de Silvana, visto desde la perspectiva del marido. Imprescindible leer el original de Silvana para entender ésta visión del marido.

  • Si estamos todos de acuerdo, vamos al picadero, que voy a vaciar los huevos dentro de esta putilla. - Dijo levantándose.

Silvia se levantó y yo la imité. Cuando se inclinó para coger el sujetador del bikini él se lo quitó de las manos y se limpió los dedos que aun brillaban mojados por el flujo de su coño, luego lo tiró sobre la toalla y le dijo con tono firme.

-       Me apetece que vayas en tetas por la calle. En cuanto a la braguita, déjatela así. Me gustan los tangas.

Silvia abrió mu...

Topless en la playa - La experiencia de Pablo (2)

Basado en un relato original de Silvana. Imprescindible leer su relato para entender éste

-          ¡Silvia! ¿Qué haces?

-          Pablo, si te digo la verdad, no lo entiendo. Ha venido este chico y me ha dicho que era una lástima que fuera en bikini.

-          ¿Y por eso te lo has quitado?

-          No sé lo que me ha pasado, en serio. Se puso a hablarme… al principio quise plantarle cara, a los tíos tan frescos los asustas si ven que no te amilanas, luego… te veía a ti, allí, mirando, sin hacer nada… que parecía que estabas de acuerdo…

No sabía qué decir, no era cap...

Cuernos compartidos... c. consentidos (2)

Continua el viaje, se devuelve la visita del primer relato. Gracias comentarios y valoraciones

CUERNOS COMPARTIDOS.. CUERNOS CONSENTIDOS (2. Durmiendo con el enemigo… o con su mujer)

…Cuando recuperada su camiseta de andar por casa, sus braguitas de algodón y su cara lavada sale al salón la imagen la deja impresionada, en la pantalla plana de 40 “su marido visiona los archivos de la habitación ocupada, del sexo realizado… y con los pantalones bajados se masturba desenfrenadamente,… Se da la vuelta y se va a dormir, pero antes aprieta los muslos y piensa en la siguiente cita.

(Continuación...

Enmendando un error - 4

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frio, aunque algunas veces, viene en bandejita de plata, cuando y donde menos se lo espera uno

Enmendando un error - 4

Tenía que reconocerme a mí mismo que Amanda me había sorprendido ese fin de semana al presentarse como se presentó, en pie de guerra, y no digamos ya con el numerito del cine, tanto con su mamada como con la forma en que se entregó cuando follamos en los servicios. Era algo que nunca conseguí de ella antes de ahora, que se desmelenase y se lanzase de vez en cuando a hacer alguna locura, no es que yo sea muy dado a según qué cosas muy expuestas tampoco, pero leñe... También...

El callejón

Era casi media noche, mis hijos hacía un rato que se habían acostado. Aproveché para acabar de recoger la cocina y salir a bajar la basura.

Era casi media noche, mis hijos hacia un rato que se habían acostado. Aproveché para acabar de recoger la cocina y salir a bajar la basura. A esa hora las aceras estaban poco transitadas. Solo se veian algunos gatos por la calle.

Al doblar la esquina, adviertí que alguien me estaba observando desde la entrada de un portal.

Cuando hube caminado unos metros, escuche unos pasos que se acercaban. Me detuve, y me dí la vuelta y distinguí a poca distancia de mí, una pareja.

El hombre y la mujer...

Cris, mi joven vecinita 4

Continúo maquinando mi plan para hacer de Suso un cornudito feliz...

Aunque mi polla solamente pensaba en buscar cualquier tonta excusa para llevarme a Cris entre las rocas, y pegarme el polvo del siglo, mi cerebro me aconsejaba cautela.

Suso era como un hermano pequeño par mí, y no quería que una chica, por mucho que me pusiese cachondo, rompiese la buena relación que habíamos tenido toda la vida.

Tenía que encontrar la fórmula para meter a Suso en nuestro excitante juego, y, estaba claro, que Cris era la llave, pero debía hacerse de una manera muy sutil, si...

Topless en la playa - La experiencia de Pablo (1)

Esta historia esta basada en el relato de Silvana http://www.todorelatos.com/relato/101835/ Utilizo su argumento para contarlo desde la perspectiva del marido. la idea original es de Silvana por lo que todo el mérito es exclusivamente suyo.

Si tuviera que definirme con un solo adjetivo y, si tuviera que ser sincero, no podría elegir otro que “calzonazos”.

No es que me agrade la palabra pero me temo que es una realidad.

Me crie entre hermanas que me mimaron y cuidaron como un muñeco y crecí ajeno a los juegos violentos de mis compañeros de colegio, ajeno a los tacos y palabras soeces, ajeno en fin al mundo real en el que se debe desenvolver un crio. Evitaba toda situación en la que pudiera sufrir algún daño y la violencia, tanto fís...

Adios mundo cruel

Mi mundo llegó a su fin al averiguar lo que ocurría cada viernes por la tarde cuando mi mujer decía de irse a tomar un café con las amigas.

Sr. Juez:

Ruego no se culpe a nadie de mi muerte ni todo lo relacionado con ella. Quiero que quede claro que el único responsable soy yo y por eso me condenaré, cualquiera que sea mi destino en el más allá.

¿Qué me ha hecho tomar esta decisión? Ni yo mismo lo sé, porque creo que he sido presa de mi propia ineptitud, de mi falta de atención, de mi control de la situación desde el principio y cuando he querido reaccionar, quizás haya sido demasiado tarde.

Lo único que sé es que e...

Entregando a mi mujer

Esta es una historia más real de lo que parece. Es una pena que no pueda añadir fotos para que veais a los protagonistas verdaderos de la misma.

Hace unos meses volví a encontrarme con un viejo amigo, Arturo, al que no veía desde hacía 20 años y con el que compartí los mejores momentos de mi infancia y juventud. Acaba de separarse y no pasaba por su mejor momento, así que no dude en llevármelo a casa a cenar. Mi mujer le recibió con aprecio porque le conocía también de aquella época y le recordaba con agrado. Pasamos una noche divertida, en la que las copas ayudaron a recordar viejas aventuras y hacerle olvidar por unas horas los problemas que tenía...