Infiel consentida con el taxista II
Desespero esperando en un bar ya algo más de cuatro horas, ni una llamada, ningún was.
Desespero esperando en un bar ya algo más de cuatro horas, ni una llamada, ningún was.
Le mando uno y nada, la llamo, no responde, son las 21,30h y estoy entre celoso y preocupado ufff.
No había ido a casa por si estaban allí, no se nos ocurrió hablarlo, me dirijo dando un paseo y al llegar cerca del portal veo salir con el coche a Pedro e instantes después me llama Nuria con voz entrecortada.
N – Cari, acabo de llegar a casa y esperaba encontrarte aquí, te quiero, me hiciste muy feliz.
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