Una decisión razonable 3(libro 3 de Luis e Isabel)

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Era de noche. La brisa entraba en la habitación. Yo flotaba en ella… Isabel estaba distinta, con otra expresión, otro talante. Otra gestualidad que me hicieron volver a ver algo parecido a esa Isabel de meses atrás, diferente y entregada, sin el velo de dudas que la había saltado momento antes.

Gonzalo ya estaba desnudo, con un empalme considerable. Su polla era normal, tirando a gruesa. Parecida a la mía, quizá un poco más larga, o daba esa sensación porque iba depilado y eso hacía que pareci...

Nuevas reglas 3 (Mamen y Nico: Libro 3)

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​—Esto se pone interesante… —dijo Tania, sonriendo abiertamente al ver el spray y el tubo de lubricante—. Mi niño es muy bueno, reina.

En su mirada no vi deseo sexual conmigo, más bien, diversión y travesura. ​Yo no sabía qué era aquel spray. Aunque empezaba a imaginármelo. Alargué la mano para cogerlo y Sergio me lo dio. No era otra cosa que otro tipo de lubricante para facilitar la dilatación del ano. Desde luego aquel grupo de policías estaba preparado para todo. Sonreí y meneé la cabeza.

​—J...

Infidelidad consentida durante la pandemia

Cuando se declaró la pandemia; y, el aislamiento social; con mi esposo, quedamos aislados y encerrados, en distintas ciudades. Él, en Costa Rica, por razones laborales, y esperando un vuelo de repatriados; y, yo, en nuestro piso, en Buenos Aires. Él arregló todo, para que me acostara con un vecino.

¿Qué me pasará si continúa el aislamiento social?

Al comienzo del mes de marzo, Ramiro, mi marido, emprendió una gira por Latinoamérica y Miami, como todos los años, para organizar la venta y envío de vino, de una prestigiosa marca de Argentina, antes de que comenzaran las temporadas estivales, en el hemisferio norte.

A pesar que, hace años lo hace, yo no me acostumbraba a su ausencia; quizás, porque ambos somos muy sexuales, a pesar de nuestra mediana edad, seguíamos haciéndolo casi todos l...

Embarazada y tentada por un adolescente – Parte 1

Me llamo Laura y tengo cuarenta años. Tras cinco años de casada con mi marido, Sebastián, y de buscar un hijo sin resultados, empezamos un tratamiento de fertilización asistida que tuvo éxito enseguida, y quedé embarazada. Pero al compás de la crisis del Covid-19 y otros asuntos, todo se descarriló.

Me llamo Laura y tengo cuarenta años. Me considero una mujer moderna, y lo primero que me define como tal es mi trabajo: soy gerente en una empresa que provee servicios de vigilancia electrónica, un rubro en el que por lo general, estoy rodeada de hombres, pero tengo que decir que me defiendo bastante bien. Esporádicamente suelo tener episodios en los que algunos compañeros de trabajo o clientes se pasan de la raya conmigo e intentan seducirme, pero nunca tengo problemas para poner la situación bajo control...

Sexo y amor

No estaban solos en casa, pero eso dejó de importar cuando él susurró en su oreja...

Entonces decidiste poner un alto al coqueteo intrascendente. Pusiste tu mano sobre mi hombro y me dijiste suavemente: "Nadie se va enterar"

Se me escarapeló el cuerpo, había gente en la casa, pero mi deseo era más grande que mi vergüenza, tu mano bajó a mi entrepierna, hurgaste debajo de mi falda, hiciste a un lado mis bragas y comenzaste a tocar mis labios vaginales, tus dedos se deslizaban con tanta facilidad,

¡Dios mío! Tienes manos mágicas - pensé.

Todo mi cuerpo empezó a contrae...

Marta, la mosquita muerta adicta al semen.

Aaron nunca esperó que Marta, la pequeña chica que se sentaba al final de la clase, era en realidad una auténtica cerda.

Se lo estaba pasando sorprendentemente bien. A Aaron nunca le habían gustado demasiado las discotecas, tampoco le desagradaban pero no lograba entender la afición que tenía cierta gente con salir viernes sí y viernes también. Pero ese era un día especial. El día anterior había aprobado las oposiciones: Sería policía. Estaba muy contento de conseguir por fin un sueño por el que llevaba luchando años. Para celebrarlo había salido de fiesta con sus compañeros de la academia. La mayoría de ellos habían aprobado...

Como me la follaron gracias a un juego de internet

Es interesante esa gente que llegas a conocer, y con la que llegas a intimar, por un simple videojuego

Cuando nos conocimos, pronto quedo patente que ambos éramos de mente abierta. Hicimos algunas cosas, más o menos atrevidas, pero que no son el motivo de este relato. Su objeto es contar que nos ocurrió a raíz de jugar cierto videojuego. No es de naturaleza erótica ni nada similar, pero se dio la situación.

El juego era League of Legends. Yo jugaba y ella empezó a jugar conmigo. Y como suele ocurrir con las parejas que lo juegan juntos, ella iba de support y yo de ADC. Estuvimos jugando un tiempo, de v...

El mejor amigo de mi marido

Mi marido siempre me a tenido descuidada follamos muy poco así que tuve que dejarme llevar, tiene un amigo del trabajo que siempre que viene se queda mirándome devorándome con sus ojos así que cuando pude ponerme en contacto con el hicimos todas unas travesuras.

Me llamo Lara la historia que les quiero contar fue la más pervertida que me ha sucedido mi marido Carlos lleva 20 años en su empresa por lo que tiene unos cuantos amigos de los cuales muchos tengo su número de teléfono por si algún día no tiene batería poder localizarlo.

Juan es un de ellos ese río siempre que viene a casa me mira el culo y las piernas como un poseído y yo que siempre estoy mal atendida por mi marido se me mojan las bragas y un hombre sabe cuándo una mujer está cachonda, bueno no tod...

No encuentro la prueba (Capítulo 16)

Final del relato.

Capítulo 16

Nuestra casa da a dos calles, la de la entrada principal que es el acceso a la entreplanta, está en un nivel superior a la de la entrada al garaje, que está en la calle de abajo a unos tres metros de desnivel.

Carla estaba en la puerta de la cancela esperando que la abriera para acceder a la casa por la entrada principal.

Yo miraba a Carla muy sorprendido por su atrevimiento a venir a mi casa sin haberle dado mi consentimiento y a Mara que estaba tan sorprendida como yo. Carla...

La vispera de la boda

Maura le da su regalo de bodas a Rafa

La víspera de la boda.

Maura removía su té, lentamente, con mucha parsimonia, ajena a todo lo que se movía alrededor suya en aquel pequeño café. Se sentía atractiva, con un pequeño corpiño apenas conteniendo su buen par de tetas, y una minifalda de cuero que dejaba enseñar sus muslos hasta muy arriba.

Hasta hace un año hubiera sido casi impensable verla así, pero ahora, más delgada y después de unos meses de ir regularmente al gimnasio, se podía permitir una faldita de ese tipo, que más que...