Sospechas y certezas (22)

Cambio de rumbo, ¿si…, no… o tal vez?

(22) – Cambio de rumbo, ¿si…, no… o tal vez?

La cirugía de Brenda, que sería el lunes, se pasó para el miércoles. Todo salió bien y el día viernes por la tarde, le dieron el alta.

Mora me puso al tanto de todo por mensajes y audios, también hablé con Brenda por teléfono y por suerte, todo había salido bien.

El domingo por la mañana, aun estaba en la cama, cuando me llamó Mora, me preocupó la hora y al atender me dijo que habían tenido que llevar a Brenda al hospital, por una hemorragia...

Liberada - guiando a la perdición XI - Final

Como estaba disfrutando de aquel joven macho, que había enloquecido por su cuerpo durante meses y que ahora no podía parar de follarla, cada vez más violenta y más enloquecidamente, penetrándola de un golpe salvaje hasta el fondo

Sergio se desacoplo flácido y agotado, totalmente sudado, cayendo tumbado al lado de Yolanda, recuperando el aliento.

-        Ooohhh…buuuuufff…neneeeee, joder con la viagra...huuuummmmm….que combinación con tú juventud para mi bien….jajajajaja…..

Se giró riendo risueña, con su dulce y femenina voz, atusandose los cabellos de su perfecta melena, mientras sus divinas y perfectas curvas se ubicaban en toda su perfecta turgencia y firmeza.

-        Vamos nene, recupérate un poco y ves al mueb...

Historias de la mili 9

Relato coral de un grupo de soldados de reemplazo del Tercio de Armada en los años 80, durante los últimos meses de servicio militar. Historias de infidelidad, sexo de juventud, amor y también inevitable transición entre la adolescencia y la edad adulta.

Un encuentro inesperado.

El Cordobita y Eduardo circulaban en una paquetera por el centro de San Fernando. Tenían que pasar por el almacén a recoger suministros para la cocina, por el obrador a por mas pan porque debido a un problema, esa mañana apenas les habían podido entregar raciones para el desayuno, pero no para la comida ni la cena, y de camino, parar un momento en capitanía para entregar unos documentos de parte del capitán de la compañía.

Juan Antonio aparcó el pequeño furgón en do...

Historias de la mili 8

Relato coral de un grupo de soldados de reemplazo del Tercio de Armada en los años 80, durante los últimos meses de servicio militar. Historias de infidelidad, sexo de juventud, amor y también inevitable transición entre la adolescencia y la edad adulta.

La playa de Camposoto.

Pedro miraba a la Paqui chapotear por la orilla mientras corría perseguida por el Madriles y el Malaguita, que intentaban atraparla para darle una ahogadilla en las olas que rompían en la playa de Camposoto. Sus risas se sobreponían al ruido del mar, alternándolas con gritos de júbilo histérico cada vez que estaban a punto de cogerla.

- Mira cómo se lo está pasando la muy perra - dijo Laura - *Eso es lo que ella necesitaba, que la persiguieran un buen par de tíos....

Regalo de cumpleaños 4

El Roto

El Roto

Recorrí el camino a la residencia con Ana en brazos abrazada a mi cuello, los ojos cerrados y respirando más tranquila. Iba meditando con la bestia retorciéndose en mi interior, en la maldad requerida para intentar lastimar a ese ángel inocente, cuando un pensamiento fugaz cruzó mi mente... En otra vida me había enamorado de alguien así... Alejé la idea rápidamente al sentir la garra cerrándose sobre mi estómago.

Llegué al puesto sanitario y la dejé en manos de la enfermera para que ha...

Cristina y Marcos, capítulo 3

Escrito por ESTRELLADELASNIEVES y por BAJOLASSABANAS, también conocido como PARALAALEGRÍA

CAPITULO III

-  Pásame la arena.  – Mi padre, aún con setenta inviernos a sus espaldas era capaz de acarrear un saco de veinticinco kilos a la espalda, como si estuviera relleno de paja.

  • ¡Deje que yo lo lleve yo!

Paco se adelantó, si no fuera él mi mejor amigo hubiera sentido celos, pero Paco era como de la familia, y en los últimos años la mano derecha de mi padre pues ambos se dedicaban a las chapuzas en las horas y en los días libres de mi amigo y en los de mi padre, que eran tod...

Casada desatendida

Alivio su soledad y el gesto tiene una recompensa inesperada.

Toco el timbre. Tras unos instantes de espera, se abre la puerta.

  • "Buenos días, soy el supervisor del catastro y vengo a hacer la valoración que le anunciamos por correo", le digo a la mujer que me ha abierto la puerta.

Hoy me toca hacer las inspecciones en un bloque de apartamentos de alto standing.

Me abre la puerta una mujer de unos treinta, me recibe muy arreglada lo que me sorprende pues no parece el atuendo apropiado para estar en casa. Vamos hasta el comedor y alli empezamos a revi...

Mi amigo casado del gym

No pretendía romper su matrimonio pero el deseo fue más fuerte

Nunca se puede decir de este agua no beberé. A veces la vida te sorprende cuestionando lo que siempre has defendido, haciendo lo que dijiste que nunca harías y convirtiendote en lo que antes odiabas.

Empiezo por presentarme. Me llamo Andrea, tengo 26 años, vivo en una ciudad mediana y el tiempo de mi día a día lo reparto entre mis estudios de postgrado, mi trabajo en una clínica de estética y también dedico bastante tiempo al cuidado de mi cuerpo, un par de horas diarias de gimnasio, depilación, crema...

Liberada - guiando a la perdición X

Dejando caer una película de champán que se desplazaba sobre su suave piel de porcelana moreno cetrino, deslizándose sobre la esfericidad de las curvas de sus enormes mamazas en forma de gota de lluvia que se desborda por los lados y se junta por el centro, con los extra grandes pezones en punta.

El reflejo del gran espejo de pared del baño del dormitorio de Yolanda devolvía su reflejo con un semblante, que parecía calmado y relajado. Nada más lejos de la realidad.

Yolanda tenía esa capacidad sobrenatural de transmitir neutralidad e incluso felicidad con su rostro de sonrisa enigmática, mientras por dentro estaba a punto de explotar como un volcán.

Y así estaba ahora mismo, con la criaja de nuevo en la casa enseñoreándose de la misma y con la sensación, de que todos los avances hechos ha...

El silencio de los monteros (5)

De cena de celebración...

Ese fin de semana, se le iba a hacer muy largo a Paula. Se sentía fatal por todo lo ocurrido de víspera. Aquello había ido demasiado lejos, correrse en el coche de un vecino, era algo que nunca pensó que podía pasarle a ella. Así que cuando recibió el wshp de Brigitte diciéndole que le esperaba abajo en el jardín, no quiso ni contestarle. La holandesa no tardó ni 5 minutos en llegar a su casa y sacarla, dirección a la piscina. Carlos llevaba desde muy temprano en una habitación, que había convertido en su d...