Hipnotizada
A ojos de todo el mundo, yo era una persona triunfadora y con el perfecto control de mi vida. Algo me hizo perder el control.
A ojos de todo el mundo, yo era una persona triunfadora y con el perfecto control de mi vida. A mis poco más de 40 años dirigía una pequeña empresa que había levantado con mi esfuerzo y ahora me proporcionaba una estabilidad económica envidiable. Físicamente era algo parecido. Nunca, a pesar de las largas jornadas de trabajo, había descuidado mi estado físico. He de confesar que también la naturaleza ha sido generosa conmigo y me ha dotado de un cuerpo y cara bonitos y unas proporciones casi perfectas.
...