La becaria
Cita con la becaria en una habitación de hotel
Veo tu mente expectante, ávida. Tu mirada me contempla desde abajo. Estás sentada en la cama y sigues mis palabras y movimientos.
Paseo por la habitación, diseccionando qué hacemos allí. Tú estás sentada, con las manos sobre las rodillas, un poco descuadrada por la situación, pero anhelante y servicial como siempre.
Te has arreglado tal y como te pedí. Seguro que has puesto el mismo rigor que en el resto de cosas que te indiqué. Estás acostumbrada a cumplir con mis instrucciones en el día a día...