Mis pequeñas pausas de sexo y placer en la oficina

A la chica le excitan los hombres vestidos de manera elegante, de traje y corbata. ¡Qué afortunada y placentera coincidencia, esa es mi manera de vestir cada día en mi trabajo!

Durante mis largas jornadas de trabajo paso la mayor parte del tiempo en mi despacho, sentado frente a la pantalla del ordenador. Pero las actividades que en esos momentos realizo no son siempre exclusivamente profesionales. Algunos días, buena parte de ese tiempo lo paso dialogando por Internet, a través del correo electrónico, casi siempre con amigas virtuales que conocí en algún chat o que entraron en contacto conmigo tras haber leído alguno de mis relatos.

Intercambio con ellas mensajes siem...

Visita familiar

Despues de trabajar nadie cree que las visitas familiares puedan terminar de esta forma.

Tarde de junio, acabo de llegar de trabajar y hace un calor de perros, me meto en mi habitación para ponerme la ropa de estar en casa y entra mi compañera de piso.

Me cuenta que va a ir a por un familiar suyo a la estación que necesita quedarse en casa por esta noche porque mañana tiene que coger un tren. Cuando sale de casa, aprovecho y me doy una ducha, al salir decido ponerme un poco más fresquita y meto en mi habitación para enredar un poco con el ordenador.

Al rato aparece mi compañer...

Los juego de Aecio y Kacena

Las manos de Kacena se deslizaron hasta la coraza de él y se la desabrochó sin dejar de mirarlo a los ojos. Fue quitándole todas las prendas de una en una, hasta que estuvo desnudo.

LOS JUEGOS DE AECIO Y KACENA.

Panonia era un territorio revuelto por aquellos días, había caído ante el poder de los bárbaros. Kacena y su ejercito habían acampado cerca de la ciudad de Aquincum, tras vencer al último contingente romano que quedaba en aquellos contornos.

Era ya media tarde, cuando Kacena decidió ir a dar una vuelta con su caballo por aquellos bellos parajes, para inspeccionar el territorio. De repente, vio a algunos de sus soldados ante un barranco, con un romano al que...

La saga de Katya - Con las piernas abiertas (4)

Tu conoces mi historia; ahora, lo importante es que Roberto también… ¡y yo conozca la de él! ¡Y nunca imaginé qué sería así!

La saga de Katia - Con las piernas abiertas(IV).

Había sido mujer de un solo hombre mientras Roberto pudo darme mi cuota de sexo casi diariamente, pero cuando la prestación comenzó a aflojar, volví a buscar el placer por otro lado.

Una de las cosas que yo quería aclarar, o poner blanco sobre negro, era el tema de la "infidelidad" o, para ser más claros, la posibilidad, sin complejos ni ocultamiento, de tener sexo con otra persona, que no fuera nuestra pareja, tanto para mí como para Roberto...

La impotencia no es un obstáculo

Esta historia es una historia urbana de la vida real con un hombre que era impotente. Con quien compartí muchas horas de placer y solo unos instantes de su vida. El tiempo era demasiado corto para conocernos más. Demasiado tarde aprehendí que una relación no se construye piel a piel.

No voy a decir mentiras sobre nada de mi vida. Mi existencia siempre fue la misma simple y sencilla. Nunca tuve en exceso nada, tampoco nada llegó a tiempo... solo la inescrutable naturaleza que va agotando nuestras emociones y nuestro cuerpo. Soy una mujer madura de 33 años, un poco mas de la estatura normal, morena con una estructura ósea grande rostro creo que bien no lo se.

Esta historia es una historia urbana de la vida real con un hombre que era impotente. Con quien compartí muchas horas d...

La saga de Katya - Con las piernas abiertas (3)

Al fin cumplí mi objetivo…, pero no fue fácil. Seducir a Roberto me llevó tres meses, lo que para mi currículo es una barbaridad.

La saga de Katia - Con las piernas abiertas(III).

Tatiana le dio a su marido lo que se merecía, por ser tan baboso con sus alumnas y haber pretendido culearme a mí; ella estuvo entre mis piernas y él se lo perdió.

Tuve un par de enredos más con mujeres, una de ellas alumna…, ¡pero no mía! Pero, para elegir, me quedo con los varones, sin vueltas. Admito que aquellas que no tienen carne a mano recurran a algún aparato para sentir algún remedo de pija adentro…, pero a mi no me entusiasman, soy...

Susana, la chica del ciber: El reencuentro

Susana reapareció y yo no me podía aguantar: ¡¡tenía que darle por el culo!!.

SUSANA, LA CHICA DEL CIBER: EL REENCUENTRO

(Para los que no conozcan los antecedentes, leer la primera parte)

A lo largo del último medio año, no he parado de patearme la ciudad y todos sus barrios buscando a la mujer perfecta, la niña más tierna y viciosa que jamás conocí. Mis esfuerzos siempre caían en saco roto, pero no desistí hasta pasados cuatro meses justos desde aquel encuentro que tuvimos, cuando tuve que aceptar que aquel ángel de amor y lujuria no volvería a pasar por mi vida. A...

De niña bien a puta sin remedio

Era una mujercita recatada y deportista hasta que mi madre me obligo a ir a una fiesta con vestido.

Aprendiendo a vivir

Mi nombre es Vanessa Catalan y tengo 17 años de edad, y ahora estoy cursando la preparatoria con bachillerato en tecnico electronico, y soy bajita de estatura 1.55 cm, morena clara de pelo largo color negro, ojos color miel y mis medidas son 95-62-95 y me dicen que estoy de muy buen ver todos mis compañeros.

A los 15 años casi siempre vestia casi siempre de pants y playeras holgadas ya que era de el equipo de futbol, juego que me inculcaron mi padre y mi hermano, por lo...

El árbol chino

La historia ocurre en un suburbio de Buenos Aires entre un hombre, una niña y su mamá inmigrante de Hungría.

El árbol chino

Pedido de asilo

Nicolás Martín Altaparro ya no es un chico pero aún es joven. De rostro agradable, siempre se muestra bien vestido, bien calzado, bien peinado. Vive exclusivamente de lo que le dan los padres para que se encargue de hacerles todos los trámites de su fábrica metalúrgica y para que les cuide la costosa casa de fin de semana que poseen en Villa Zapiola, barrio marginal de la ciudad de Paso del Rey, unos 40 Km al oeste de Buenos Aires.

Fue precisament...

Corrida monumental

Historia de adolescentes un poco lascivos.

Hola, el siguiente relato ocurrio hace unos cinco años, cuando entonces yo tenia apenas 14. En primer lugar decir que por aquel entonces yo era un chico alto, de 180cm(aunq ahora no lo soy mucho mas) delgado, y muy atlético ya que practicaba varios deportes.

Por aquel entonces yo iba a un colegio privado y religioso, es decir, de monjas. Aunque ya eramos mayores para esto nos gustaba jugar a una especie de escondite. Uno de nuestros escondites preferidos era el aseo femenino, nos escondiamos 8 o...