Dos por el precio de dos
No era lo que yo esperaba, pero no pude arrepentirme ni un momento...
Lo había pensado hacer otras veces, alguna de esas noches de lunes veraniegas pegajosas en las que ni te molestas en encender la televeision porque ya conoces la decepcion de antemano. Y se me juntó la curiosidad, el capricho y la necesidad. Una amiga me había hablado también de ello y mientras me lo contaba yo no podía hacer otra cosa que catalogarlo como una rama de la prostitucion, pero ella me convencía ed que no: "era otra cosa". Para mi llevarte a alguien a casa, follartelo y que te pagase por e...