Emelie en el metro

Emelie y yo jodimos en el metro, sin conocernos. Minutos después, descubrí que era posible tropezar dos veces con la misma piedra.

Emelie en el metro.

Seis y media de la mañana. Metro. Una estructura de gusano hueca, de vagones interconectados, de silencio en forma de trikiteo. Vemos gente a lo lejos, entrando y saliendo, pocas unidades de figuras en la profundidad. Eso vemos, yo y ella. Ella enfrente mío. Desconocida. Ambos solos de lejanía de algunos casuales. Nos miramos de soslayo. A veces las miradas se rozan. Ella lee un libro. Digo una estupidez sobre el libro, en alto; y la pregunto su nombre. Se llama Emelie. Hablo...

Sudor

Estamos en agosto. Es domingo. Hace mucho calor.

Estamos en agosto. Es domingo. Hace mucho calor. Es el verano más calientes desde hacía muchos años. Es mediodía y estás sentada en la cocina, recién levantada, leyendo el periódico y tomándote el café. El aire acondicionado no funciona. Tienes mucho calor.

Estás sentada entre dos sillas, con el culo en una y los pies en otra, apoyando la espalda en la pared fresca de azulejos, los muslos separados para dejar correr el aire, los pies descalzos. Vistes bragas y camiseta nada más, pero de buen gra...

La tercera vez de tantas

Comencé mi tarea y lo sobaba lento, despacio, dejando que esa baba que salía de su pene me embarrara los dedos de mi mano. El sólo suspiraba y cerraba los ojos. Seguí moviendo mi mano a un ritmo lento, y le apretaba duro, como si fuera el de Pepe. Después de un rato mi molestia se fue acabando para concentrarme en lo que hacía, quería que viera que yo era buena haciendo eso.

LA TERCERA VEZ DE TANTAS

Hola a todas y todos, otra vez soy yo y les quiero contar otra cosa que me pasó. Tenía casi quince años cuando ya podía salir con mis amigas a pasear y a fiestas pero siempre llegando antes de las doce de la noche.

Recuerdo que casi había cumplido quince años cuando tuve la oportunidad de descubrir algo que todavía disfruto mucho: masturbar a los chicos.

Mi novio Pepe había sido el primero al que había masturbado, nunca se lo había hecho a nadie más y me p...

El cuarto engaño

Por cada sacudida el mar me devolvía a él, en la orilla las olas me empujaban contra su miembro cimbreando mi sexo.

El Cuarto Engaño

Cada envite que recibía me hundía más en el agua. Cada empujón una puñalada en el corazón. Cada vez que recibía su polla una lágrima escurría por mis ojos y en un ahogado sollozo de diluía en el mar amargando su sabor. Las olas golpeaban mi cara que se introducía en el agua lavando mi dolor. Mi cuerpo abierto a él y mi cabeza dando vueltas como mi pelo en los remolinos de la resaca. El amor lo puede todo, el amor supera todo, el amor nos hace fuertes como la esperanza. Pero...

Las nalgas mas lindas

Ella es delgadita, bonita, bustoncita, pero eso MUY nalgona, deliciosa a sus 24 años, y ahora toda mía (con fotos).

LAS NALGAS MAS BONITAS DE LA OFICINA

La ví linda, sentadita junto a su tía, ayudándola en sus labores, pero cuando se levantó y caminó, pude admirar las nalguitas mas ricas que haya visto en mi vida. Respingadas, altas, redonditas, firmes, PRECIOSAS! No se me iban a escapar.

Ella es delgadita, con carita de niña traviesa, tiene 24 años, unos pechitos redonditos, lindas aureolas grandes y con pezones retadores de 2 centímetros de largo, blanca y bonita, pero ¡caramba!, ¡que nalgas tiene!...

Nuevos horizontes

Marcos y Becca se dejan llevar por sus verdaderos deseos un viernes por la noche.

Él, moreno, alto, de grandes ojos y bien dotado. Ella, una pequeña rubia de ojos verdes, grandes y preciosos pechos y delgadas piernas. Marcos y Becca. El sexo para ellos es algo natural, pasional, el placer a través del amor y el deseo.

Aquella noche de viernes parecía una más en la que relajarse viendo una buena película y, después, travesuras un rato en la cama. Un plan siempre agradable, que ya estaban preparando mientras cenaban con un poco de alcohol. Llegada la hora del postre, la convers...

Profesorado ardiente

Como logre, que me hiciera gozar mi más preciosa profesora.

por: gaditano85

chicogaditano@yahoo.es

El mejor de los días de mi vida

Muy buenas, debería comenzar presentándome, soy Antonio, un chico de Cádiz, 22 años, moreno, 1,78, delgadito, dicen, guapito de cara J no tengo muchos mas alicientes, o yo al menos frente al espejo no me los veo, estudio una ingeniería, os digo que estudio una ingeniería porque si no fuese así, no hubiese tenido la oportunidad de relataros esta historia, hay va

A mediado...

Penas y glorias de un superdotado (1)

Una gran historia real, contada a mí por el autor. Primera entrega.

Año 1923

Al nacer, mis berridos se unieron al estampido del último cañonazo de la Primera Guerra Mundial, aquella inútil matanza que, en todos los campos de Europa, dejó centenares de miles de muertos, inválidos y desaparecidos.

Me han dicho que nací en un barco en 1.918; que mi madre murió de fiebres puerperales durante la travesía desde Cuba a España y que su tumba está en algún lugar del Atlántico; que nos marchamos de La Perla del Caribe porque estalló la insurrección de los macheteros...

Olga mi compañera

Como una fria relacion de trabajo se convierte en algo más.

Olga mi compañera

Me llamo Luís soy un ejecutivo de una compañía bastante grande, en la actualidad tengo 30 años y soy jefe de un pequeño equipo de varias personas que están a mi cargo dentro del departamento de imagen de esa compañía. En verdad, nunca hemos tenido una jerarquía demasiado rígida dentro de lo que es el equipo en si.

Como ya he dicho tengo treinta años, mido 180 cm de altura, ni soy grueso ni delgado en exceso, de mi cuerpo podríamos calificarme de persona normal.

Todo...

La peluquera

Mi peluquera es toda una profesional.

Apagué el cigarrillo pisándolo y crucé la calle algo nervioso hacia la peluquería. Conocía el local de haber pasado alguna que otra vez por delante, pero el cambio que le había dado aquella chica era espectacular; realmente no me acostumbraba a ver aquello con tanto colorido después de meses de inactividad.

Aunque ya había disfrutado de los servicios de la peluquería de Sonia, cada vez que entraba todo me impresionaba como la primera vez.

Me acerqué a la puerta y la vi apoyada contra la par...