No importa quien seas

Nunca te he visto, no me importa quien eres, solo me importa lo que me haces sentir… pones la venda en mis ojos como en cada uno de nuestros encuentros...

Estoy sentada sobre la hierba, agudizo el oído para asegurarme de que escucho el silencio, apenas hace viento, mi cabello ondea cual bandera de mi libertad, este es mi momento… el sol entra por mi piel alimentándome de esperanza, solo me esperas tú y comprendes mi necesidad de libertad, de espacio, por eso sé que tardarás todavía un poco en llegar.

Escucho pasos cerca, pero no abro los ojos, sé que eres tú, eres el único que conoce mi refugio, te sientas justo detrás de mí, te noto muy cerca, no...

Las aventuras de Belen en otra ciudad

Un viaje que me enseño y mostro las delicias del sexo.

Mi nombre es Belén soy de un pequeño pueblo, donde no hay universidades; así que mis padres decidieron enviarme a estudiar fuera del pueblo, cuando llegue a la ciudad era un tanto inocente ya que el ambiente es totalmente distinto.

Vivía cerca de la universidad, comencé a hacer amistad con mis compañeras de clase. Dos de ellas tenían novio, las demás no teníamos, así que los placeres sexuales aun no los conocíamos, recuerdo mi curiosidad por saber lo que era un orgasmo, las sensaciones que produ...

El ciego

Una historia de ficción entre dos seres extraños. Ejercicio literario compartido con mi colega y amiga Dark Silver, a quien agradezco su talento y paciencia.

EL CIEGO

Era experto en almas y no veía nada. Completamente ciego, sólo sentía, podía sentirlo todo: luces, deseos, frustraciones de otros… golpes intensos dentro de sí que juntos se anudaban en su pecho llenando sus ojos de lágrimas, provocándole el vómito o risas descontroladas. Era difícil soportar aquello: más que un don, una pesadilla; jamás hubiera elegido ser así, de haber tenido opción.

Anochecía tras los ventanales de la terminal cuatro del aeropuerto de Barajas. Afuera, sobre el...

La primera vez que fui a un motel

Finalmente Alejandro me lleva a un motel.

A pesar de que yo ya había tenido algunos novios, a los 19 años (cuando empecé a andar con él) seguía siendo virgen, mi primera vez fue con Alejandro (quien no tenía mucha experiencia en el asunto) y poco a poco los dos fuimos "aprendiendo" a tener encuentros más placenteros, cada rincón de mi casa había sido escenario de nuestros encuentros amorosos, mi recámara, la de mis papás, las de mis hermanos, la cocina, el estudio, la sala, el cuarto de servicio, el de lavado, hasta la cochera y en su casa ig...

Sorpresas inesperadas (2)

Un nuevo encuentro.

Sorpresas inesperadas (Continuación)

Agradezco los comentarios de la primera parte, a cada uno de los lectores, aquí continuo esa sorpresa que cambió mis días. Como recordarán, el encuentro con mi viejo amor hizo que volviera a vivir sensaciones dormidas hasta ese momento pero, como no habíamos hablado del después, pensé en que solo eso era, un encuentro inesperado que disfruté y que con mi saludo de despedida se terminó, no había nada más.

Pasó todo un largo mes, en el cual tuve el impulso...

Efecto dominó: Sara (2)

Sara, es sin saberlo, mi Pigmalion sexual

Efecto dominó: Sara (2)

Dedicado, con afecto, a Moonlight.

Sara había cambiado de posición y tumbada sobre su vientre seguía durmiendo con placidez. La mañana se desperezaba y una franja de sol, muy tenue, amanecía sobre las redondas colinas de sus glúteos dándole un bonito tono dorado que resaltaba el bronceado de su piel y contrastaba con la blancura de la franja apenas más ancha que el canal que los separaba y que delimitaba el espacio que había sido protegido por el bikini. Cerrado vent...

Claire

Claire era una chica preciosa de ojos verdes y tirabuzones pelirrojos. La conocí durante mi estancia en Londres y acostumbramos a salir los dos juntos. Nos calentábamos hasta el limite pero por mucho que la llevara a mi casa no conseguía acostarme con ella, hasta que entendí el porqué.

Claire era una chica preciosa de ojos verdes y tirabuzones pelirrojos. La conocí durante mi estancia en Londres y acostumbramos a salir los dos juntos. Nos calentábamos hasta el limite pero por mucho que la llevara a mi casa no conseguía acostarme con ella, hasta que entendí el porqué.

Conocí a Claire a los tres meses de llegar a Londres. Era un chica muy abierta, con un largo pelo rojizo que adornaba su cabeza con rizos de muñeca, los ojos de un verde muy claro, la cara risueña y pecosa y una bo...

Acheron

Caronte cierra los ojos y se deja caer al fondo del abismo de un momento desesperado donde todo parece confuso... irreal.

Se subió a la balaustrada que lo separaba de siete pisos de caída directa; El frío correr del viento le arrancó un escalofrío y tembló por un momento sobre el abismo.

Un par de lágrimas, una por mejilla, rodaron cara abajo y se encontraron sobre la barbilla, después de atravesar milagrosamente la espesa barba de tres días que lucía. Inspiró y echó una leve mirada hacia atrás, donde la terraza le ofrecía una última oportunidad, un último grito desesperado a la vida. Vida que ya no quería.

S...

Nuri y Mauricio

Mauricio conoce a Nuri en la terraza de una cafetería.

Estoy sentado en la terraza de una cafetería. Me tomo un café bombón mientras observo la gente pasar en una mañana gris y fría: hombres y mujeres de camino al trabajo, madres de la mano de sus hijos yendo al colegio, un repartidor descargando cajas de su furgón… La terraza está casi vacía. Casi todos están en el interior de la cafetería debido al tiempo. Sólo tres obreros se sientan en una mesa cercana y desenvuelven sus bocadillos envueltos en aluminio y beben sus cervezas mientras hablan animados y...

Efecto dominó: Sara (1)

Un asunto familiar me brinda la oportunidad de iniciar una etapa de mi vida totalmente diferente, sin premeditación y con acontecimientos encadenados. ¿Que había cambiado en mí?

Efecto dominó: Sara (1)

Cuando me desperté ya había amanecido y, a la suave luz que se tamizaba a través del visillo de la ventana, pude contemplar el cuerpo desnudo de Sara echado sobre su costado izquierdo, de espalda a mí y exponiendo a mis ojos su culo rotundo; su pierna derecha flexionada y la izquierda totalmente estirada dejaban entrever someramente su sexo, lo suficiente para que mi cuerpo reaccionara casi de inmediato; decidí, sin embargo, dejar que siguiera durmiendo, pues, durante l...