Clases particulares de sexo 4

Parte 3 ya publicada como De profesora de filosofía a instructora de sexo3

El fin de semana no había transcurrido muy tranquilo para mí. El sábado por la noche no podía dormir pensando en Martín. Me preguntaba si le contaría a sus  amigos, o si se sentiría capaz de avanzar a una chica y probar lo que había aprendido. No conciliaba el sueño y cuando lo hacía me despertaba al rato.

Sabía que algo funcionaba en mi como somnífero: sexo.  Acaricie un poco a mi esposo que dormía a mi lado y ante su “no respuesta” me di vuelta e intenté dormir. De repente estaba recordando mis mome...

A solas en casa

Después de una semana de sequía sexual supe que me dejarían sola en casa por unas horas y no iba a desperdiciar la oportunidad.

Después de una semana de sequía sexual supe que me dejarían sola en casa por unas horas y no iba a desperdiciar la oportunidad.

Te mandé un mensaje para decírtelo pero me había olvidado de que tenías planes para cenar. Sabía que estabas trabajando así que no quise molestarte insistiendo.  Pero al acabar me escribiste un mensaje:

-"Amor, salgo ya. Me sabe fatal no quedarme contigo así que paso a saludarte y me voy a casa a cambiarme... ¿Te parece bien?"

-" Ellos no vuelven hasta la noche, no qu...

El masaje I

A pesar de no haber demasiada luz, al cruzar sus piernas sobre esta mesita, advierto que luce alrededor de uno de sus tobillos una fina cadenilla de plata, y un poco más arriba, un tatuaje que rodea la pierna. Una bella y simpática ...

Ocurrió lo que aquí relato a final de un verano en una ciudad lejana a la de mi residencia habitual.

Durante mi estancia allí, me alojaba en casa de unos buenos y viejos amigos.

El último día de mi estancia allí, tras cenar con mis huéspedes, ellos se retiraron a su dormitorio.

Me quedé a solas en el salón, me puse cómodo a la luz de una tenue lámpara frente al TV, dispuesto a disfrutar, tras un largo día de trabajo, de una buena película, con una rica cervecita en una mano y un ciga...

Una travesura entre amigos

Tomé a Elena, la besé con pasión y lujuria, casi me comía su boca. Le acaricié los senos asegurándome de hacerlo cuando ellos me estén viendo y la tomé de la mano y, sin ambos decirnos nada, nos dirigimos al cuarto más cercano. La dueña de casa, no puso objeción alguna.

Me llevé la copa de vino a los labios y al terminar el trago entré en la cuenta del giro que había tomado la conversación, hablaban de sexo.

Después de pasarnos las dos últimas horas hablando de Juego de Tronos y de por qué Los Vengadores 2 era más de lo mismo me di cuenta que “sexo”, “porno” y “follar” eran las palabras que más pronunciábamos. Era la primera vez que hablábamos tan abiertamente del tema. Al menos todos, porque sé por Elena que las mujeres comparten sus anécdotas sexuales, antiguas y a...

Calses particulares de sexo 2

Mi alumnos de 20 años que quería ingresar a la universidad se esforzaba muchooo por las clases praticas

Martín venía lunes, miércoles y viernes. Desde que se había ido el lunes era yo el ser más irracional existentes, estaba volando y confundida. Las noches con mi marido eran iguales y solo espera el miércoles para continuar con mis clases y mi instrucción a Martín. Me gustaba la idea de formarlo como  mi amante. Una y otra vez volvía sobre los recuerdos del lunes y eso me excitaba.

El miércoles decidí volver a las blusas pero esta vez con pollera, no corta, tubo un poco más arriba de la rodilla. Opté p...

Clases particulares de sexo

Un joven de 20 años quiere ingresar a la universidad pero más quiere aprender de sexo

Cuando esto sucedió tenía 30 años, hacía solo dos años que estaba casada y la verdad,  el sexo era una exigencia cotidiana. Me casé con el hombre de mi vida,  de mis sueños, pero a la hora del sexo, era todo siempre igual, aunque él creía que era "el mejor"

Al casarme me mudé a otra ciudad donde se me hacía díficil tomar buena cantidad de horas de clase, así que decidí dar clases particulares en mi casa para no pasarme el día sin hacer otra cosa q limpiar y cocinar.   Tenía varios alumnos en cada grup...

El regalo

Eran las 21:45 de una noche de sábado cualquiera, no me apetecía salir y como mis amigas habían salido, estaba sola en casa, con un pantalón corto ancho, una camiseta de basket enorme y el pelo alborotado recogido de cualquier manera. Estaba tirada en el sofá con un cuenco lleno de helado....

Eran las 21:45 de una noche de sábado cualquiera, no me apetecía salir y como mis amigas habían salido, estaba sola en casa, con un pantalón corto ancho, una camiseta de basket enorme y el pelo alborotado recogido de cualquier manera. Estaba tirada en el sofá con un cuenco lleno de helado con sirope de chocolate viendo una película de terror.

No esperaba a nadie, así que cuando sonó el timbre, me asusté, salté encima del sofá pegando tal grito, que me volví a asustar. Cuando me calmé, bajé del s...

Cambio de Personalidad - 14

Siguen los planes para quitarle el control de la compañía a mi suegro, mientras mi querida esposa cada vez se muestra más celosa, poniéndose aún más perra y puta conmigo en la cama

Cambio de Personalidad – 14

Clara fue como si ya no existiese, pues salió corriendo hacia su habitación para jugar con sus nuevos peluches y presentárselos al resto de los que ya tenía, los demás mientras nos quedamos en el salón. Una vez que la niña se hubo marchado, Ana y Azucena pasaron a explicar cómo había ido el día. Por lo que se ve, las dos discutieron con su padre en las oficinas, despidiéndolas este en el acto a ambas hermanas, contestándole estas que no era quien para hacer eso, poco me...

Las lecciones de la Señorita Larsson (Cap. III)

Cuando el miedo nos confunde, solo algunas personas son capaces de guiarnos sin indicarnos el camino; de conducirnos sin llevarnos de la mano.

III

En aquel primer día de receso invernal se registraba el frío más fuerte del año. El cielo era color gris plomo y las ráfagas de viento levantaban las hojas secas que había abandonado el otoño en aquella calle solitaria de las afueras de la ciudad.

El tren había dejado a María Luz en una estación suburbana y ahora caminaba por un barrio de casas bajas con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo de lana. Con melancolía adolescente pensaba que ayer había pasado su primer domingo sin Tomá...

Postre (i)

Como una mañana de trabajo termina en una tarde de diversion

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Hola amigos, sé que llevo tiempo sin escribir pero mis ocupaciones me tienen un poco alejada de la escritura. Entre el trabajo y los estudios me olvido de mis escritos. Como en relatos anteriores aquí les narro otra de mis experiencias sexuales más calientes.

Una mañana caminaba por los pasillos del edificio donde se encuentran los tribunales, a mi paso solo causaba admiración del público masculino y envidia del femenino, no porque fuera una gran belleza, sino porque a mi edad era una de las a...