Relatos de juventud 16
Ellas solo querían a un chico malo. Yo sería el chico malo que les haría desear a los buenos.
Sin apartar la vista de ella solté mi mochila en el suelo y al oír el golpe ella me miró. Vi que ya no había fuego en sus ojos. La rabia me dominaba. El profesor Vicente había quebrado su espíritu y una reina rota no valía de nada en mi reino.
Solo el otro Dani podía lograr devolverle su actitud desafiante y ese carácter tan molesto y atrayente que había perdido.
Me acerqué a ella y cuando extendí la mano para ofrecérsela, ella la rechazó de un golpe.
–No me toques –dijo en tono suplicante...