Historia de dos chavales (6)
Luisito y Quico no pueden ser más diferentes. El primero es listo, rico y trabajador. El segundo, grande, paradote y no muy espabilado. Pero los dos quieren lo mismo. Esta es su historia. La de ellos y la de la joven profesora que les enseñó todo, todo, todo.
A Inmaculada Quico ya le había advertido el día anterior que sólo podría venir su padre, ya que su madre estaba de viaje. El padre de Quico se llamaba Pedro y no era regordete como su hijo, aunque también llevaba gafas y tenía el mismo aspecto timidote de su hijo.
Pedro no estaba preparado para aquello. Su hijo no le había advertido que la nueva profesora que quería hablar con él era tan bonita y sexy. Su vástago tampoco le había preparado para aquel cuerpo que mareaba sólo de mirarlo de tantas curvas...