Desde mi azotea II
Pablo se va adaptando a la nueva vida en casa de sus padres y con la ayuda de algunos amigos, recuerda gratos recuerdos del pasado que le traerán al presente nuevas sensaciones
Pablo volvió a su cama después de haber escuchado el homenaje que se estaban dando los vecinos y se sintió turbado. Tal vez era esa nueva sensación de soledad a la que no estaba acostumbrado, aunque era más bien una soledad física.
¿Por qué pensaba en la vecina? «Jara». Le gustaba ese nombre, aunque se sentía confundido. La vecina no era lo que él quería, además no encajaba en el perfil de mujer que a él gustaba. Realmente no tenía un tipo de mujer específico, pero estaba seguro que una mujer casada,...