Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 18.

Última entrega de la serie. Espero que os guste el final.

18

Dormí poco y mal. Cualquier ruido proveniente de la calle me despertaba y me impulsaba a tantear bajo la almohada y no me relajaba hasta que sentía el tranquilizador tacto del acero de la pistola. Nunca me había sentido tan vulnerable. En alguna ocasión me había visto en situaciones apuradas y había recibido amenazas, pero jamás había tenido las sensación de que alguien me quería muerto por encima de cualquier cosa. Eso requería una acción rápida.

Cuando amaneció ya estaba despierto de nu...

Chef 1.

Prólogo de la historía. Al ser el prólogo es bastante largo. Espero que os guste.

Prologo.

(En este prologo hay poco sexo, es una introducción a los personajes y la historia. La parte sexual y erótica esta al final)

Destartalado. Esa era la palabra que me vino a la mente cuando vi por primera vez el local que Martín, mi mejor amigo y jefe, había comprado.

-¿Estás seguro de esto? -Pregunté completamente inseguro- Solo arreglarlo ya nos costará bastante dinero.

Martín sonrió.

-Tío... ¿Cuando me he equivocado en estas cosas?

-¿De verdad quieres que contes...

La venganza del pagafantas V. Una boda en Venecia

Al fin el pagafantas va descubriendo la verdad sobre la historia. Pero aún quedará castigar a las culpables.

Capítulo V. Una boda en Venecia.

Cuando crucé el umbral del pórtico de entrada de la Basílica de Santa María la Gloriosa dei Frari del brazo de Patrizia Gonzaga, todas las miradas se volvieron hacia nosotros como atraídas por un imán.

Patrizia iba elegante. Por supuesto con un vestido de alta costura, pero sencilla, pues a fin de cuentas no era más que una boda de plebeyos a la que había acudido solo por mí. Yo era consciente que los pensamientos de los presentes me evaluaban como su futuro cuar...

La excitante paga extra de Melissa (1)

Hace dos años, como cualquier otra noche, salí a conocer hombres y me encontré a Eduardo, conectamos perfectamente y fuimos a su casa a pasar una noche de placer que no solo no me esperaba, ni podré olvidar, sino que también me ofreció una forma de cubrir mis necesidades económicas inesperada.

Soy Melisa, y quiero contarles la historia de cómo acabe encontrando el trabajo de mi vida, una verdadera vocación. Mi nueva vida empezó hace dos años, tenía 25 años había dejado a mi pareja desde la adolescencia y me había mudado a Madrid para empezar una nueva vida con mi Licenciatura de Periodismo.

Pero el trabajo no aparecía y me encontré varios meses viviendo en las fiestas nocturnas y encontrando varias parejas sexuales de usar y tirar, hombres guapos o con un buen paquete que aprovechar para ev...

El Pagafantas IV Sofia.

El pagafantas se da cuetna que no puede ir a lo loco y decide seguir un plan.

Capítulo IV. Sofía.

Ya había realizado la primera parte de un plan que ni siquiera estaba diseñado. Si Yumiko se enteraba de que había comenzado una guerra sin evaluar previamente toda la sucesión de acontecimientos, me iba a dar un buen coscorrón. Así que debía detenerme y planificar qué estrategia iba a seguir. “Quien piensa bien la estrategia ganará la guerra, quien piensa bien solo las tácticas solo ganará batallas.” Me había hecho aprender cientos de frases como esa durante el año que pasamo...

Un suegro me pagó por tener sexo conmigo 3

Mi suegro me pagó para estar con él y un amigo suyo

Estaba en mi casa, muy tranquila conviviendo con mi familia. Platicábamos sobre un libro que habíamos leído. La plática era muy amena, cada uno daba un punto de vista, a veces escuchábamos con atención, a veces nos interrumpíamos. Para no variar durante la plática comencé a calentarme, deseaba ser cogida. Pero los hombres que estaban ahí eran de los pocos hombres que respetaba. Fui al baño y me toque un poco, después regrese a con mi familia.

Mientras todos seguían con el tema del libro, yo pensaba...

Smallbird y el enamoraputas. Capítulo 17

Smallbird recibe una pésima noticia.

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El fin de semana lo pasé bebiendo whisky, terminando el informe del presunto cornudo e intentando averiguar algo más sobre el accidente que había acabado con la hija de Mirto. El constructor había sido bastante eficaz y había conseguido mantener el suceso alejado de las primeras páginas de los periódicos. Solo un blog dedicado al famoseo había profundizado algo más en el tema y se había hecho preguntas a las que no había obtenido ninguna respuesta relevante.

Al parecer la joven se había...

Desde mi azotea V

No solo en la azotea se puede disfrutar de nuevas experiencias. A veces, su pueden cambiar los escenarios y disfrutar del morbo de los secretos que ahora comparten Jara y Pablo.

Los primeros rayos de sol entraron tímidamente por la ventana, posándose en los parpados de Jara y haciéndola despertar. En un primer instante se sintió inquieta al no reconocer el lugar, aunque segundos después asimiló que todo lo que había pasado no había sido un sueño, sino algo real, muy real.

Estaba desnuda, con la cabeza sobre el pecho de Pablo, que la rodeaba con el brazo. Se incorporó intentando no despertarlo y se sentó en el borde de la cama, echando la vista atrás y se quedó observándolo. «...

La venganza del Pagafantas III

Empieza la aventura del pagafantas. Regresa a Madrid.

Capítulo III Alicia.

El fin de semana pasó volando. Tomamos el sol, vimos alguna peli (bueno, solo una en realidad…) comimos, hablamos. Y sexo, mucho sexo.

Pero todo llega a su fin y debía devolver a sus maridos a mis compañeras. Yumiko y yo hablamos antes de negocios con Elizabeth, que no era para nada la mujer florero que yo había pensado, y decidimos empezar un negocio juntos. La influencia de Yumiko tuvo mucho que ver, naturalmente.

La idea era abrir varias empresas con sede en Panamá....

La venganza del pagafantas II

Sigen las aventuras del pagafantas.

Capítulo II Revelación.

Yumiko se negó en redondo a comer desnudos, así que nos pusimos unos albornoces blancos de los que estaba bien surtido el apartamento, y dimos buena cuenta del opíparo desayuno que nos habían preparado.

Saciados por la comida nos dirigimos a la habitación principal, y les cedimos a las chicas la cama para que repusiesen fuerzas mientras Yumiko y yo nos quedábamos en un sofá con una chaise longue que haría las veces de cama. No tardamos en quedar todos dormidos, aunque Yum...