Redencion XIII
Ni siquiera se molestó en mirar una sola vez al tejado. Pasara lo que pasara, contra un hombre en un tejado con un rifle, sus revólveres no tenían nada que hacer.
Madame Suzanne
Mientras se metía aquella polla enorme y asquerosa en el culo se dijo que no tenía nada que perder. En cuanto el coronel cerró los ojos cogió el orinal y lo estrelló contra su cabeza dos, tres veces, antes de levantarse, propinarle una patada en los huevos y salir corriendo.
Salió de la habitación como una exhalación, desnuda y perseguida por los insultos de Davenport en pos de las escaleras.
Cuando llegó allí, un hombre de Davenport estaba subiendo el último peldaño. Ap...