La esposa puritana misión pintor (parte 4)
A Teresa se la follaba su marido, casi todos los días, el somnífero había abierto nuevos horizontes de placer para su marido, follarse su culo dejó de ser tabú, pero Teresa aún no le hubiera dejado de la forma que a él le gustaría. Tenía de ampliar horizontes!
Como había dicho al principio, me daba morbo imaginar situaciones en que otros hombres, conocidos o ficticios, se follaban a mi mujer de la forma que a mi no me consentía, y, poder observalo todo, me calentaba, a sabiendas que ella era muy puritana, por eso era una fantasía!
Sin embargo, mis experiencias con el incremento del somnífero habían funcionado tan bien para mí, que empecé a indagar nuevas posibilidades, y los caprichos del destino trajeron la oportunidad que estaba buscando.
Cierta vez...