Un tren llamado deseo
Gabriel y Toñi tienen una maravillosa relación de noviazgo hasta que ella conoce a un misterioso individuo en una situación surrealista que hará que sus más firmes convicciones se tambaleen.
Cuando abrió la puerta, Toñi se dio de bruces con los treinta y ocho grados de temperatura del exterior, habida cuenta de que en el interior del banco nunca sobrepasaba de los veinte. Era una temperatura baja para ella, pero los grados eran una decisión consensuada entre la directora del banco, su otro compañero y ella, de modo que la elección de Toñi pasaba por ponerse una fina chaqueta para paliar el fresco.
Gabriel la esperaba en la puerta como siempre, si bien, ese día aguardaba bajo un sol inclem...