Luis-Luisa, la dulce
Un Chico que gusta de los tacones altísimos, se cita con otro el que también los ama y ambos gozan unidos por su fetichismo y se transvisten gozandose mutuamente.
Citado por via mail con Luis el viaje hasta su departamento se hizo muy corto, eran solo sesenta kilómetros. El me abrió personalmenmte la puerta vestido sólo con su bata casera, y su pelo aún mojado. Sonriendo, después de saludarnos en persona por primera vez y de comentar nuestro encuentro vía email, me invitó a sentarme en el sillón mientras él terminaba de secarse y prepararse.
El de Luis era un piso de estudiante, pequeño pero completo y con libros por todas partes. Un aparente desorden se...