Un fin de semana multiorgásmico (parte 2)
De la desesperación pasamos a la exploración: yo su puta y él mi sex toy. Y no habían pasado ni las primeras 24 horas.
Me desperté y no sabía en dónde estaba. Abrí los ojos pero la habitación era oscura, me sentía desorientada. Traté de repasar en mi mente: era sábado de mañana, temprano ¿serían como las ocho? Estaba entre unas suaves sábanas, como de seda, totalmente desnuda y me dolía todo el cuerpo, como si hubiera estado… toda la noche teniendo el mejor sexo de mi vida!
Entonces todo volvió a su lugar: estaba con él, en un pequeño hotel boutique del centro, nuestro refugio y sí, habíamos pasado una gran noche “pon...