Rizos de carbón vi

Estaba profundamente dormida. Tan adormilada que no oí tu llegada a la cama. Sólo me desperté cuando sentí que me besabas en el hombro. Separé un poco los parpados e intenté abrir los ojos. Percibo una tenue imagen borrosa de ti. Estabas sentado al borde de la cama, a mi lado y me mirabas. Yo estaba tumbada, boca arriba. Intenté decir algo.

A la mañana siguiente…

Estaba profundamente dormida. Tan adormilada que no oí tu llegada a la cama. Sólo me desperté cuando sentí que me besabas en el hombro. Separé un poco los parpados e intenté abrir los ojos. Percibo una tenue imagen borrosa de ti. Estabas sentado al borde de la cama, a mi lado y me mirabas. Yo estaba tumbada, boca arriba. Intenté decir algo.

  • .. Pero creo que el sonido nunca salió de mi boca.
  • Buenos días, Princesa. Dijo José Antonio muy cerca de mi boca.

Sólo sonreí co...

Anónimos en la red ii

Fóllame. Dijo con voz entrecortada Fóllame. Repetía mientras se estremecía. Su sexo inundaba todos mis sentidos, su olor me embriagaba, su sabor me emborrachaba y su voz me transportaba a un mundo de sensualidad, deseo y pasión. Fóllame. Repitió otra vez y con todo mi deseo. La penetré y la hice mía como ambos ansiábamos

Una ligera brisa hacía presagiar una agradable jornada y tanto que lo era después de todo lo que acababa de pasarme.

  • Fóllame. Dijo con voz entrecortada
  • Fóllame. Repetía mientras se estremecía.

Su sexo inundaba todos mis sentidos, su olor me embriagaba, su sabor me emborrachaba y su voz me transportaba a un mundo de sensualidad, deseo y pasión.

  • Fóllame. Repitió otra vez y con todo mi deseo. La penetré y la hice mía como ambos ansiábamos.

La respiración volvió a acelerarse, su cadera vol...

Anónimos en la Red

No tenía ni idea de cómo era la gente a la que iba a conocer. Sólo la conocía a ella, únicamente de alguna charla y de intercambiarnos algunas fotos. Pero la realidad suele obstinarse en hacernos muy diferentes a cómo queremos ser o como nos muestran las imágenes. A veces, nuestra imaginación nos juega malas pasadas.

Apenas había tráfico en la autopista y, una vez, en la carretera comarcal la situación se mantuvo. Algún vehículo más compartía la carretera conmigo pero iba tranquilo. Me desvié por una pequeña carretera local y, a los pocos kilómetros, tomé una pequeña pista que bajaba hasta la playa entre plantaciones de eucaliptos y palmeras. Había elegido aquella ruta pese a su estrechez y dificultad porque me dejaría casi en el centro de la playa, una pequeña plataforma de origen natural justo sobre las dunas que me p...

No cogimos, hicimos el amor.

Después de la primera vez volvimos a estar juntos. Esta vez fue más que sexo.

Resulta que tengo novio. Antes de estar en pareja me la pasaba a pajas y mirando porno amateur. La cuestión es que tuve mi primera vez con él. Un día llegó a mi casa a desayunar y terminamos cogiendo. Simplemente nos sacamos la ropa (sin incluir remeras) y listo. Admito que dolió, fue algo caliente, excitante, pero debo decir que fue rápido, algo así como sacar una curita y sentir placer por ello.

Después de eso me desinhibí más. Le decía que estaba caliente, que quería coger otra vez, pero hacerlo má...

Trip

...de su espalda, como enredadera fue naciendo un abanico policromado. Era una cascada surreal de colores que se mezclaban entre sí, encerrándola.

Sudaba copiosamente, lágrimas de sudor resbalaban locas por su frente, por la pendiente de su nariz, por debajo de ella y  por las comisuras de su boca. Tenía los ojos asustados, frenéticos de quién conoce algo nuevo. Yo era cobarde, por lo que lentamente me acerqué tratando de que sus ojos me miraran y me reconocieran. Me arrodillé frente a ella, alzándome para que mi rostro quedara a su altura. Nuestras miradas tropezaron, era mi oportunidad. Cuidadosamente  la besé en la frente con la delicadeza del algo...

Truenos desenfrenados

Esta historia comienza un día en el que fui a casa de mi novio, con el que llevaba un tiempo ya, ambas aun éramos vírgenes, y ya habíamos decidido esperar para tener relaciones … O esa fue la idea hasta que

Bueno antes de empezar quiero describirnos un poco a ambos, yo era delgada, mido aproximadamente 1,62 tenía senos pequeños y un trasero bastante bueno en mi opinión, soy extremadamente blanca y tengo un cabello negro azabache. Mi novio mide alrededor de 1,75. Es delgado, bastante oscuro de piel, tenía cabello negro y liso y un cuerpo bien marcado. En aquel entonces teníamos como 18 o 19 años.

Esta historia comienza un día en el que fui a casa de mi novio, con el que llevaba un tiempo ya, ambas aun éra...

Euterpe y tauro.-epílogo.

Con este Epílogo, cierro la vida en común de la pareja protagonista, Juan Gallardo y Elena/Yelena Gaenva/Gayemba

EPÍLOGO

Desde aquella noche, la primera que Juan Gallardo y Elena Gaenva pasaron juntos, han transcurrido unos tres años, por lo que, digamos, estamos a primeros-mediados de Diciembre de 2013. El devenir de estos años trajo acontecimientos muy, muy felices a la pareja, pero, como bien se dice, no hay rosa sin espinas, con lo que también el discurrir del tiempo trajo los nubarrones negros sobre ellos. Lo primero que ocurrió, y no tanto después de aquella su primera noche, un par de mesecillos, tres...

MEMORIAS DE UN SOLTERÓN.- Capítulo 1º

Yo, abocado ya a mis cincuenta que a mis cuarenta y muchos años aún era soltero... Solterón y sin deseo alguno de dejar mi particular celibato, pues era fijarme un par de veces en la misma mujer, yo ponía pies en polvorosa...

Yo, a mis ya más cincuenta que cuarenta y bastantes años, era lo que se dice todo un señor solterón; y no porque tuviera una especial  afición al celibato, menos, porque tuviera, digamos, gustos “raritos”, que ni hablar de la peluca, que a mí, desde pequeñito, las “faldas”, y no,  precisamente, las eclesiásticas, me han ido cantidubi, dubi, dubi, cantidubi dubidá;  vamos, que mientras el trato con las “chorbas” se limitaba al bailoteo y ligoteo más o menos sabrosón, que de lo que era un “ligue” por “too lo...

MEMORIAS DE UN SOLTERÓN.- Capítulo 2º

Donde se cuenta cómo, de una vez por todas, dejé mi empedernido celibato... Que el relato os haya gustado es lo que desearía. Donde se cuenta cómo, de una vez por todas, dejé mi empedernido celibato... Que el relato os haya gustado es lo que desearía.

CAPITULO 2º

De esas abstracciones mías vino a sacarme, primero, un pellizco que ella me arreó en el brazo, de esos que, antes al menos, se llamaban de monja, que las señoras que en su niñez y primera adolescencia asistieran a colegios regentados por tales religiosas podrían dar buena fe de cómo eran. Vamos, que te encendían, me encendió ahora a mí, dejándolas, dejándome a mí, marcaditas, marcadito, para días, al tiempo que, entonces sí, la escuchaba decirme con toda claridad.

  • ¿Se puede sabe...

En mi cabeza

Hola, soy yo otra vez. Sé que quedamos en no vernos más, pero he tenido tantas ganas de ti últimamente, de estar contigo, de tocarte, acariciarte, besarte, lamer y morder tu cuello y...ummmm. No sabes todo lo que se me ocurre hacerte ¡¡Sé que no debemos!! Pero ya que no puedo entrar a tu casa, me dejas entrar en tu mente?

Hola, soy yo otra vez. Sé que quedamos en no vernos más, pero he tenido tantas ganas de ti últimamente, de estar contigo, de tocarte, acariciarte, besarte, lamer y morder tu cuello y…ummmm. No sabes todo lo que se me ocurre hacerte ¡¡Sé que no debemos!! Pero ya que no puedo entrar a tu casa, me dejas entrar en tu mente?

Sólo déjate llevar.

Imagina que estas en tu habitación, recién salido de la ducha mirando tu ordenador, llevas tu camisa y pantalón de casa. Llego yo. Abro la puerta de tu habita...