Me ahogo… En cada respiración me ahogo… Cada respiración es un esfuerzo… Cada respiración es un gemido cuando exhalo el aire y un estertor cuando lo inhalo… la piel me arde… el sudor me cubre entera... oigo mi corazón palpitiendo alocado… mis manos se aferran a las masas carnosas y suaves, que antes acariciaba, con fuerza y clavándoles las uñas… agacho la cabeza y muerdo la nuca que antes besaba… me aprieto contra ella… haciendo que mis pechos se aplasten contra su espalda… todos los músculos se me te...

Cuando de nuevo llego el siguiente día yo estaba ya completamente agotada, apenas había descansado y me sentía vencida.

Solo pensaba en correrme y alcanzar la paz que mi cuerpo parecía necesitar a gritos.

Y cuando de nuevo fui llevada a la misma estancia del día anterior y encadenada de la misma manera, supe que este día llevaba el mismo rumbo que el anterior y algo se rompió en mi.

Nada mas entrar la dominatrix, vestida del mismo estilo, y acompañada de dos nuevas jovencitas, empecé...

Un juguete nuevo

Llegue sobre la una a casa y como no podía ser de otra manera mi niña estaba en el sofá tumbadita y atadita tal y como la deje esperándome, la desate y le di un beso.

Buen cielo preparado para la caza, a ver como esta ese cuerpo serrano. La puse de pie entre mis piernas y me dedique a sobarla un rato por encima de la ropa, apretándole las nalgas, he de reconocer que es una de mis aficiones preferidas, y metiéndole mano en su coño, al tiempo que le dejaba mis dien...

Un juguete nuevo

Gloria y yo regentábamos desde hace algún tiempo una web de compra de ropa y objetos sexuales para la dominación y sumisión en realidad ejercemos de intermediarios y gestionamos los pedidos de nuestros clientes, estábamos repasando las hojas de pedidos cuando algo llamo poderosamente la atención de mi mujer.

José, ven mira esto, nos piden un mono de cuero completo (de pies a cabeza, con aperturas con cremallera en ojos, boca, tetas y culo y coño, cerrado con collar al...

Efectivamente, Tony apuró el resto de su copa, y dando un ligero tironcito a mi cuello me indicó que me levantara y le siguiera, recuerdo que pensé, "bueno, por lo menos no me hace andar a cuatro patas como a esa otra pobre desgraciada.

De nuevo andamos a través de varios pasillos e innumerables habitaciones.

Ciertamente, yo no me hacía demasiadas ilusiones sobre mi inminente destino. Después del extraño, desagradable, pero también y aunque me repugnara reconocerlo, morboso espectáculo que...

¿Jugamos?

Hola, era invierno las siete de la tarde y abrí la puerta de casa, me encontré con un bulto en el sofá cubierto por un edredón y por supuesto sabia lo que había debajo, eso si como lo encontraría era una sorpresa, era parte del juego de día, del juego de todos los días.

Les pondré en antecedentes Gloria y yo tenemos 31 años y somos pareja desde hace siete, pero una pareja muy especial y compenetrada, mantenemos una relación de dominación – sumisión en la cual cada uno lleva su ro...

Antes de leer este capítulo es preciso leer el anterior. Ello es obvio para cualquier serie y, en mi caso, más porque no acostumbro a recapitular. Sin embargo hay gente estúpida como yo que entra en un episodio solamente para ojear si conviene leer los anteriores fundándose en el estilo de la redacción o el interés del actual. Creo que es un error aunque yo lo cometa reiteradamente.

También quiero decir que nadie que apruebe la conducta de mis personajes, sea de este relato u otro, sean dominant...

Sabia que esa noche era especial.

Llevaba dos meses a su servicio, ocupándome de todo. Cocinaba, limpiaba, pero sobre todo me encargaba del bienestar de mi Ama.

A cambio, yo obtenía el privilegio de servir a una auténtica Diosa, de poder lamer el polvo que se adhería a su calzado. Me otorgaba la bendición de saborear y disfrutar sus aromas, lamiendo cada centímetro de su maravilloso cuerpo siempre, claro está, siguiendo sus indicaciones. Me alimentaba de sus restos y su esencia dorada se ha...

Allí delante, parados frente a mi en actitud satisfecha y prepotente, se hallaban dos de los vigilantes que normalmente hacían el turno de día: Marcos y Alejandro.

Aitor no dio muestra alguna de sorpresa por lo que deduje que estaba al corriente de tal visita y sin duda la había organizado él.

De hecho y pensándolo bien, era con ellos dos con quienes Aitor parecía haber hecho mejores migas y no era raro verlos a los tres almorzando juntos o tomando algún café.

Y un observador avezado,...

Y yo elegí pelear, me lancé hacia ella como una furia; pensé en empujarla, tirarla al suelo y subirme encima; esta vez aunque llorase de verdad no la dejaría, pero, cuando casi la tocaba se giró quitándose de mi camino y empujándome ligeramente lo suficiente como para que me diera un golpe en la frente con el marco de la puerta y quedase algo despistado, en lo que tarde en reaccionar me cayó encima un puñetazo en los riñones y cuando arqueé el cuerpo hacia atrás me pasó un brazo alrededor del cuello a...