Deportista Dominada (5 de 9)

Julieta es sometida a nuevas humillaciones en sus visitas frecuentes a la casa de Damián. Pero también ambos merecen unas vacaciones en un buen hotel...

Deportista Dominada (5)

Julieta, en silencio y completamente desnuda, ya que no tenía ropa para dormir en la casa de Damián, se acostó dispuesta a descansar. Lo mismo hizo Damián. Usaría el cuerpo de Julieta a la mañana siguiente.

Así pasó otro mes en el cual Julieta, regularmente, asistía a casa de Damián los miércoles por la tarde y los sábados por la mañana. Ya había asimilado su condición de cortesana.

Un miércoles al retirarse, Damián le dijo:

-A partir de la próxima vez que...

Rubí 16

Rocío se marchó penosamente casi arrastrándose pues por las quemaduras no podía apoyar las manos para gatear entonces vino lo inesperado para Luis.

RUBI 16

Mayra se marchó a lo suyo y Rubí se tomó su tiempo para dar inicio al adiestramiento de Rocío aunque ya la mantenía desde ese día en la bodega tan solo a pan y agua y a Susana la había vuelto a encerrar en el corral junto con dos ratones que se veían deseosos de ser sus compañeros de juego y su única compañía en aquel lugar. Ya en su habitación en donde se encontraba en ese momento con Luis, Rubí se echó sobre los brazos del profesor y comenzó a sollozar melosa.

¡Oh Luis fue horrib...

Deportista Dominada (2 de 9)

Julieta debe someterse más a los requerimientos de Damián. ¿Serán los últimos? NO

Deportista Dominada. (2)

-Julieta, quiero tu culito.-

Salieron para el club. Julieta no le dirigió la palabra en todo el camino y al llegar al entrenamiento, cada uno tomó su camino.

El viernes siguiente, Damián le envió un mensaje a Julieta.

Te espero mañana en casa con el culito dispuesto.

Julieta se puso roja de bronca. Otra vez extorsionándola, pero a su vez sin poder defenderse. Por las dudas, al día siguiente, entes de salir para la casa de Damián se hizo un lavaje int...

Russell 3. Perversión en el asilo

Russell desata toda su degeneración en una residencia de la tercera edad.

La vida que llevaba Russell le encantaba. Por fin era libre, no se sentía atado a ninguna mujer y podía llevar a cabo todas sus perversiones. Era simplemente feliz. Patricia había tenido el niño, y desde ese momento dejó de atraerle, aunque estaba pensando en follarla una última vez para dejarla embarazada otra vez, y poder disfrutar de nuevo de ella. Mientras tanto, y mientras encontraba alguien con quien descargar todas sus ganas de perversión, se distraía con sus contactos de Internet, chicas mucha...

Deportista Dominada (3 de 9)

Continúa la sumisión de Julieta. Debe hacer cada vez cosas más humillantes.

Deportista Dominada (3)

-Sabes que en una semana salimos de gira con el equipo, pero tengo dificultades para lograr el dinero necesario. Ya que usas mi cuerpo todas las veces que quieres, ¿me podrías darme el dinero para el viaje?-

-Nuestro arreglo no incluía el pago de suma alguna por cogerte, pero si necesitas dinero te puedo ayudar. ¿Cuánto necesitas?-

-Mil dólares.-

-No tengo problemas en dártelos ya mismo, pero es un préstamo, pero necesito recuperarlos.-

-Veré de cons...

Deportista Dominada (1 de 9)

Dominación, primera vez, extorsión, y otras maneras de degradación.

Deportista Dominada. (1 de 9)

Julieta, era una buena deportista de 20 años. Su condición física era inmejorable y muchos de sus compañeros del club en el cual se entrenaba, la deseaban, pero ella no había permitido a varón alguno acercarse. Podría decirse que era orgullosa y pagada de sí misma.

Anualmente todos los/las deportistas del club debían concurrir a un exhaustivo examen médico. Ese año, por reformas en el consultorio, debieron improvisar uno en un local destinado a depósito, pero h...

Mi mayor humillación 3

Continuación de los relatos anteriores. Se recomienda leer las dos primeras partes antes. Cuando tenía 16 años sufri las mayores humillaciones de mi vida

Me alegré al recibir la llamada de Silvia porque no había vuelto a saber nada de ella desde aquel maldito día en qué nos violaron a los dos. Ella había dejado de coger el tren, pese a que los dos habíamos guardado silencio sobre lo que nos pasó, más que nada por la vergüenza, al menos yo, sentía, cuando me recordaba siendo humillado, obligado a ponerme unas braguitas y a decirles que era una nena que tenía chumino y llevaba bragas, cuando me recordaba allí a cuatro patas sin poder hacer nada por evita...

Mi mayor humillación 1

Primera parte del relato que se publico la segunda parte por error. Mis disculpas.n Cuando tenía 16 años sufri mi mayor humillación

Cuando tenía 18 años sufrí las mayores humillaciones de mi vida.

En esa época yo asistía a un colegio que estaba a unos 15 km de la ciudad dónde vivía. Todos los días tenía que hacer el trayecto de ida y vuelta en tren. En esos viajes coincidía con Silvia, una chica de mi edad, a la que conocía porque nuestros padres eran amigos y que me gustaba desde niño. La veía todos los días con su uniforme del colegio, con su faldita de cuadros, su camisa blanca y sus calcetines y cada vez me gustaba más....

Sesión con Elaine (1)

Sesión con Elaine el 16 de abril de 2009 contado por ella misma.

16 de abril 2009

Ese día por la mañana mi Amo me había concedido la posibilidad de elegir el nivel de la sesión por lo que sabía que iba a ser dolorosa pero, incluso sabiéndolo, no esperaba tener que llegar a suplicar.

Nada más comenzar me quitó toda la ropa dejándome totalmente expuesta ante Él.

Me vendó los ojos y ordenó que me sentara en una silla en la que previamente había colocado un gran cepillo hacia arriba. Notaba como se clavaba en mi coño y en mi culo provocando una sensaci...

Sesión con Elaine (2)

Sesión del 5 de junio de 2009 narrado por Elaine.

La última sesión que tuve con mi amo fue corta y sencilla pero no por eso menos intensa de lo habitual.

Estábamos charlando tranquilamente cuando señaló sus rodillas con las manos. La orden era clara así que me incorporé y dejé caer mi cuerpo sobre él.

Me ordenó colocar las manos en la nuca y todavía vestida empezó a azotar mi culo con sus manos. Iba contando interiormente y notando la intensidad de cada golpe cuando, inesperadamente, cogió una de sus zapatillas. Eran unas simples deportiv...