Dominación de un sirviente
Contra mi voluntad tuve que observar como mi amada estaba siendo gozada por otro hombre, lo disfrutaba sintiendo como sus manos pasaban por todo su cuerpo. Mientras, atado, no podía ni apartar la cabeza para evitar observar....
Trabajaba como sirviente en la casa de dos señoras de la alta sociedad, Ana y Manuela, como hombre era un poco vergonzoso tener que hacer el trabajo de una mujer pero me acostumbré. Eran dos damas de carácter muy dominante, además de su fortaleza física y carácter superior al mío. Debía limpiar el piso, lavar la ropa, tender las camas; era como una sirvienta. Un día, ocurrió un evento que precipitaría mi sumisión a lo más penoso que pudiera pasarle a un hombre
Se mudó por un tiempo a nuestra cas...