Vida de casado

Esclavo Servicial envía al Ejercicio la segunda parte de "Amo las mujeres que desagradan a otros", en que el protagonista de la historia sigue siendo usado y humillado.

Cuando fuimos oficialmente novios, Esther cambio, es decir intensificó aun mas su dominio y humillaciones conmigo, su despotismo  era permanente y debía tratarla como si fuera la modelo mas cotizada del mundo, ella era una exitosa comerciante que sin mayores esfuerzos gozaba de éxitos y prestigio, prácticamente me convertí en su cadete y mandadero, yo mantenía mi casa aun pero prácticamente pasaba el día en la suya haciendo diferentes tareas.

Poco a poco deje de ver a mis amantes ya que requería ella...

La traición del ama 2: Violando a los amos

Después de unos meses Rafaela llama a nuestros torturadores para darles su merecido y el escarmiento fue abrirles a unas experiencias sexuales casi místicas. Es como una segunda parte de la traición del ama, sado, pero tiene entidad propia es más bien de dominación.

Cuando mi amigo se recuperó de las heridas  se puso a trabajar y casi nunca más volvió a ver   nuestra antigua ama, sólo en esta ocasión que  os estoy contando,  ella me había prometido, eso sí, bajo mucha presión en colaborar para desquitarnos de la terrible humillación que habíamos sufrido. Muchas vueltas le había dado a esa maldita tarde, al final llegue a la conclusión de que no eran tan crueles como aparentaban, un detalle desapercibido  en ese momento para mí, me  dio a entender que  sabían de la situ...

Me convierto en la esclava de mi marido (5)

Lo que saco a continuacion si lo reconoci y me aterrorizo. Era un latigo, parecido a los que usan los domadores del circo. Pero este terminaba en 5 puntas. De pronto, tuve claro cual seria mi castigo y mire a Jorge espantada.

He pasado otra fase en mi proceso de conversión en esclava sexual de mi marido. Ha ocurrido lo que nunca pensé que podría ocurrir. He descubierto lo que me pasara si desacato sus ordenes. Y lo he averiguado de la forma más dolorosa que he experimentado nunca.

Hoy he vuelto a quedarme sola, pero no me importa. Necesito analizar todo lo que me esta pasando. Hay que ver como ha cambiado mi vida en estos días. He pasado de ser una mujer recién casada normal y corriente a convertirme en el objeto sexual de...

Me convierto en la esclava de mi marido (4)

Me lance sobre su coño, abriendoselo mas con las manos, y le mordisquee el clitoris. Trace circulos en el y note como se mojaba mientras ella gemia.

Ya han pasado tres días. Hace tres días descubrí que a mi marido le gusta dominar a las mujeres sexualmente. También hace tres días que acepte ser su zorra, como él me llama, durante una semana, para comprobar si me gusta ser dominada. Todavía no sé si soy o no una sumisa. Pero lo que sí voy descubriendo es que me encanta follar. Y que me follen duro, que me traten como a una puta, que me insulten, que hagan de mi un trozo de carne con tres agujeros donde meter sus pollas. Y hoy me he llevado una sorpresa m...

Carol 7

Final de la serie.

CAROL 7

Sin perder tiempo, en ese mismo instante entre Carol y Lili se llevaron a Vianey de la manera más amable que podían emplear para hacerlo; arrastrándola por sus mechones hasta uno de los establos del rancho que tenían acondicionado ya como una cabaña.

Ahí llevaron a cabo sin un solo indicio de piedad, una auténtica carnicería; como siempre, Carol fue y es el motor que daba vida a los actos mas inhumanos y salvajes que uno pudiese imaginar pues la señorita, fiel a su idea que hacía día...

Mi marido es mi amo, Lucía mi dueña III

La relación de sumisión va progresando

Después de ese primer día, mi vida fue adaptándose a mi condición de esclava, de juguete sexual. En el trabajo manteníamos las distancias oportunas, aunque en alguna ocasión me ví en el aprieto de evitar algún comentario de compañeros en relación a la cada vez más estrecha relación con la gerente de marketing. Por su parte, mi marido seguía sin descubrir mi condición, aunque mi vida sexual con él vivió, desde ese momento, una renovada actividad gracias a mi coño afeitado, que tuve que justificar haciéndolo...

Mi marido es mi amo, Lucía mi dueña II

La aventura de una noche se transforma en sumisión definitiva a Lucía.

Así fueron pasando los días y los meses. Las charlas de café con Lucía se fueron haciendo cada vez más frecuentes y  más difícil la espera para la siguiente. Las ocasiones en las que quedábamos para seguir nuestra relación secreta en su casa podían ser perfectamente comprensibles debido a nuestra relación laboral y a que dos amigas siempre tienen cosas que hacer sin levantar ningún tipo de sospecha. Mi marido en ese aspecto era como casi todos los hombres. Aceptaban cualquier situación que no cambiara su ru...

Mi marido es mi amo, Lucía mi dueña I

Una mujer casada descubre su espíritu sumiso con Lucía, una compañera de trabajo.

Fue cosa del azar. Soy una mujer casada. Felizmente casada diría yo ahora. Lo que no sabría decir es con quién. Convivo con mi marido en nuestra casa, aunque mi situación no es la de una esposa al uso. Más bien es la de una esposa usada. Sí, usada, pues, en realidad, soy la esclava de mi amo, mi marido, al que pertenezco por deseo expreso de mi dueña. Puede parecer difícil de entender, pero es muy sencillo. Tras unos años de matrimonio, la relación con mi marido se fue enfriando. No deseábamos ni separarnos...

Propiedad de mi hijo 1

Relato en primera persona de una mujer que se entrega como esclava a su propio hijo.

Delante del espejo del tocador, serena y feliz, paso a relatar, de la mejor manera que mi torpe condición sepa y permita, la historia de mi vida como sumisa esclava, contada por orden de mi Amo y Señor. El me ha encargado que haga saber a todos cómo transcurre actualmente la vida de mi hija y la mía, lo que somos, por qué hemos decidido vivir así y cómo es la especial relación que no une. Espero, humildemente, la benevolente comprensión del lector y la gracia de su perdón si, por culpa de mi deficiente form...

Propiedad de mi hijo 2

La esclava y su hija son llevadas a la vivienda de la pareja del amo para un juego muy especial...

Cuando se detuvo la furgoneta de nuestro Amo, nos descargaron cuatro hombres mediante unas barras de metal a las que engancharon nuestras jaulas por medio de unos ganchos. De ese modo fuimos trasladadas sin ningún cuidado ni miramiento a un lugar en el que nos descargaron bruscamente. Debía ser un sótano porque pude notar cierta inclinación de la jaula y los mismos sonidos de pisadas que cuando se bajan escaleras. Tras sacarnos de las jaulas nos destrabaron y nos quitaron las capuchas y las mordazas. Sin ti...