Apuesta Perdida (7)

“Rodolfito… te quedaste muy dolido viendo a Eduardo coger a tu esposa y hacerle la cola arriba de tu propia cama, ¿verdad?” La maldita bien sabía la respuesta, pero quería que yo se la diera.

Un estentóreo y sostenido grito brotó finalmente de la garganta de él y la sensación que me produjo fue la de un himno triunfal de guerra o algo así.  La intensidad sonora fue bien estridente y era imposible que no hubiera llegado a oídos de los vecinos  pero, aún así, también pude escuchar el alarido final de Aldana, mezcla de quejido lastimero y goce infinito.  Con dolor bajé la cabeza y volví a lagrimear.  Él había acabado adentro del culo de mi esposa… y en mi propia cama.  Y lo que parecía tan hiriente...

Ama Carmen 1: Marcando las normas.

Tras algunos meses como sumisa y Dominante, Carmen, comienza su andadura como Ama, viviendo con sus esclavas: Gema y Vanesa. A las que desde el principio les deja bien claro quien manda

Prologo: Este es el resumen de la anterior saga que escribí titulada “la decisión de Carmen” que consta de 23 capítulos.

Carmen era una chica de 19 años que acababa de terminar el instituto y que lo que más deseaba era continuar estudiando para labrarse un buen futuro, pero las cosas se truncaron cuando despidieron a su padre, que era el sustento económico de su familia. Carmen desesperada por encontrar un trabajo con el que cumplir sus sueños se encuentra con Sara, una mujer madura que se ofrece a ay...

Narval fantasías de un sumiso 7

Fantasias de un sumiso

Los días siguientes los he pasado en dentro de la casa, solo salgo al jardín a hacer mis necesidades y cuando me bañan con la manguera. Soy testigo de vuestras sesiones de sexo y mi pene ya recuperado lucha por salir de su encierro. Estoy muy caliente y aunque busco placer frotándome contra la alfombra o contra alguno de los sillones solo consigo sentir un leve placer que lo único que hace es que este mas caliente. En alguna ocasión veis mis intentos de satisfacerme y os reís diciéndome de que pronto seré s...

Camino de la excitación

Camino de una gran sala de BDSM, su puta le proporciona placer a su amo para que él se lo agradezca en forma de intercambio de pareja... pero eso no es todo...

Él echado en la cama, desnudo, esperando a que ella llegara. Entró con sigilo, sin querer alterar la tensión sexual que se respiraba en aquel dormitorio. Su cuerpo se entreveía bajo una bata de seda blanca. El pelo recogido en un moño y su largo cuello vacío. Fue en lo primero que él se fijó. “Ponte tu collar de puta que es lo que vas a ser a partir de este momento, mi puta”.

Ella obedeció colocándose el collar en el que se podía leer la palabra “bitch”. Se quitó el lazo que cerraba la bata y la dejó...

Apuesta Perdida (6)

Virginia utilizó su mano libre para empujar los plexos de Aldana hacia afuera, con lo cual quedó visible el tentador orificio a ser tratado. Introdujo el dedo embadurnado con lubricante despaciosamente, pero cada vez más profundo, a la vez que empezó a moverlo en círculos

La premura de la orden me disuadió de cualquier protesta o siquiera vacilación; era increíble lo que aquella gente (si se los podía llamar gente) habían logrado conmigo: ¿podía haber llegado a tan servil grado de obediencia sólo por perder una simple partida de chinchón?   Me dirigí a mi pieza en el preciso momento en que Aldana levantaba la cabeza y comenzaba a desperezarse.  En realidad la cama estaba armada; no es que hubiera tanto para hacer porque Aldana, siempre tan prolija, la había dejado en ese est...

El Experimento

Una panda de señores se dispone a hacer un experimento muy peculiar para demostrar su hipótesis:Las niñas de hoy son todas unas zorras.

-Échate más colonia-Le ordenó Alfredo a Paco. Eran viejos conocidos. Habían hecho la mili juntos, hacía ya años, cuando Franco era cadete, le gustaba a Paco añadir-No queremos asustarlas. ¡No lo olvidéis!-les gritó a los demás. Otros siete hombres estaban en aquella sala, esperando-¡Ya estarán bastante asustadas! Nada de gritarles, nada que pueda hacerles daño. ¡No quiero cerdos!

-¡Para cerdas ya están ellas!-respondió Juan. Y los demás se rieron. Pero luego, se agachó y aseó la sábana que cubría el c...

Apuesta Perdida (5)

Continúan las humillaciones en casa de Rodolfo y Aldana; el pérfido y cruel juego parece no encontrar límtes

Cuando Aldana regresó al comedor, lucía como si nada hubiera pasado sólo unos minutos antes, como si el “marido” de su amiga no le hubiera estado acariciando las nalgas en mi presencia.  No supe cómo tomarlo.  No sabía si alegrarme porque parecía dar vuelta la página o indignarme porque pretendía comportarse como si no fuera importante.  Lo primero que hizo  fue tomar el vaso de fernet con gaseosa que Eduardo había llenado nuevamente durante su breve ausencia.  Lo empinó con decisión, con lo cual tuve que c...

Apuesta Perdida (4)

Rodolfo no puede creer los límites a que han hecho llegar su degradación, mientras que su esposa Aldana se va convirtiendo cada vez más en otro juguete dentro del siniestro juego que les gusta jugar a Eduardo y Virginia

Me puse de pie, sosteniendo entre mis manos las prendas de la humillación.  Las apoyé sobre el respaldo de un sillón al tiempo que me quitaba mis zapatillas, mis pantalones y mi bóxer, absolutamente empapados ambos y hechos un acordeón en mis tobillos.  Me quité la remera y así quedé completamente desnudo y expuesto ante quienes se comportaban como mis dueños.  A continuación tomé la tanguita que me había traído Aldana; observándola más en detalle veía que tenía sobre los bordes algunos voladitos y detalles...

Apuesta Perdida (2)

Continúan las humillaciones a que Rodolfo es sometido por el sádico Eduardo y su mujer Virginia, mientras que Aldana se va convirtiendo cada vez más en un testigo presencial para quien, sin embargo, parece haber algún plan aún escondido...

Llegué al baño como pude; un par de veces caí al piso y en ambas Eduardo me levantó por el pelo arrancándome gritos de dolor.  Me hizo inclinar con el vientre sobre el lavatorio; en ese momento desvié un poco la vista hacia mi derecha y pude ver cómo tanto Virginia como Aldana se detenían en la puerta del baño, mirando hacia adentro.  La expresión de la primera, por supuesto, era maliciosa, sádica y burlona, en tanto que la de mi esposa era, más bien, una mezcla de asombro, espanto y resignación ante la sit...

Castigado por emborracharme

Como estando borracho uno dice algo que no debe y resulta la cosa muy muy mal...

Buenas, antes de nada, presentarme, me llamo raul y tengo 26 años de barcelona... antes de nada decir que no hago esto por que me guste sino por que es una "orden" de mi "ama".

Me ordeno que escriviera como acabe en esta situacion... para que aprenda la leccion...

No se por donde empezar... supongo que por el principio...

Hace un par de semanas, Jessica, Javi y yo, salimos a beber a una discoteca y nos lo estavamos pasando genial,  bebiendo cuando empece a hacer algun chiste machista a mi...