ESTHER (capitulo 26)

Regresan de Boí. Noticias deconcertantes de Moncho.

Llevábamos doce días en Barruera y ya habíamos visitado todos los pueblos del valle, la estación de esquí de Boí-Taüll y habíamos realizado un par de rutas por el Parque Nacional de  Aigüestortes.

– ¿No tienes ganas de volver a Madrid, cariño? –la pregunte–. Todo lo que hay que ver aquí, ya lo hemos visto.

– ¿Podemos volver a verlo todo otra vez, mi señor? –me contesto mientras se abrazaba a mi cintura.

– Podemos hacer todo lo que tu quieras, mi amor –y añadí–. Pero el 31, dentro de seis d...

Calentando motores

Lo que yo mismo comenzé acabo volviendose en mi contra, no sabia que se sentía al hacerlo con un hombre...

Tengo 23 años, mi nombre es Josep. Soy un chico que duda de su sexualidad desde los 16 años, yo tuve novias y me gustaron todas pero siempre me atrajeron algo los hombres y no pude probarlo nunca por miedo. Esto que voy a contar me sucedió hace un mes y aún hoy me arrepiento de haberlo hecho. Yo llevaba como un año trabajando en un supermercado con dos familiares míos, siempre nos fuimos los tres en el vehículo del trabajo y allí nos quedábamos a merendar cuando al mediodía cerrábamos el súper. Era un peque...

El Legado de Manuel Ocaña (1 de 7)

Manuel Ocaña deja un curioso legado a su amigo Juan Orozco. Un poco de dominación y otro poco de sadomaso

El Legado de Manuel Ocaña (1 de 7)

Juan Orozco es un asesor financiero. Disfruta jugando golf y así conoce a Manuel Ocaña, poseedor de una considerable fortuna y  otras cosas…

NOTA: Este cuento está inspirado en “Inés, un Regalo Inesperado” escrito por ese gran colaborador que es Sir Stephen. La idea surgió a partir de ese cuento. Hechas estas aclaraciones, paso a relatar lo ocurrido hace un tiempo.


Juan Orozco, de 3...

El colegio mayor

Me vi esclavizado por mi novia, sus amigas y su directora al tratar de colarme en su colegio mayor.

eso de la atracción a los pies es algo que vino conmigo desde mi más tierna infancia… Al principio no lo comprendía pero siempre lo primero que miraba en una chica eran sus pies, con el paso de los años entraron en mi las fantasías de sumisión hasta el punto de que ahora gobiernan mi vida.

Sé que las introducciones son un coñazo pero si queréis que esto sea realmente interesante debéis darme unas líneas para poneros en antecedentes. Mi nombre no os lo diré, ya no importa, tengo 22 años y mido 1.87, pe...

La rubia iii

Fin del sometimiento de Alicia

A la hora convenida del lunes, nos vimos en la maquina del café, había mas gente así que no pudimos hablar, pero la hice un gesto con la cabeza y ella asintió. Le mande un mensaje al teléfono para quedar en vernos por la tarde en el sitio habitual.

Confirmó su deseo de ser mi esclava, le hice que suplicara tal condición y como llevaba falda, cosa ya casi habitual, le ordene que se quitara las bragas allí mismo, en la mesa. Una vez que se las quito, me las dio y me quede con ellas. Hablamos de nuestras...

Me gusta dominar 10

En mi afán de avanzar en mi relación con mis dos zorras sumisas, vamos a otra ciudad para continuar el adiestramiento. Aunque las cosas no iban mal, el final no fue el esperado.

Me pasé el resto de la semana pensando en cómo avanzar en la relación con mis dos sumisas; nuestras sesiones de fin de semana estaban bien, pero mis ansias por experimentar cosas nuevas me hacían elucubrar nuevas situaciones, nuevas sensaciones. Las posibilidades que se me abrían no eran muchas o por lo menos eso era lo que yo creía en aquellos momentos. No podía usarlas a mi antojo en nuestro entorno social y el hecho de volver a encerrarnos en mi casa no me aportaba nada nuevo.

Entonces pensé en irn...

Prestada una semana (II)

A causa de las deudas de un matrimonio, una joven esposa es forzada a convertirse en la esclava de un amigo durante una semana. Segunda parte

Prestada una semana II

Primera parte aquí: http://www.todorelatos.com/relato/88961/

Tras servir la comida, Carlos apetecía una siesta, una siesta con Patricia en la que al fin disfrutar lenta y morosamente de su cuerpo. Marcharon juntos a la habitación y ambos se tumbaron en la cama aún en ropa interior. Él ya estaba empalmado.

-¡Cómo me gusta eso¡ -le dijo mientras repasaba el cuerpo de Patricia con sus manos. –Saber que puedo h...

Demasiado puta para sentirme vejada

Acudo a una cita. Me espera el hombre que me degrada y arruinó mi vida en el pasado. A pesar de ello, mi respiración acelera, mis pezones erectan tras la blusa y mi coño segrega flujos hasta empapar mis bragas.

Estoy cansada. Dos horas en tren y metro para llegar al hotel, tras diez horas de arduo trabajo, no deberían ser del gusto de nadie en su sano juicio; pero a mí me provoca una grata sensación de paz. ¿Extraño?: Puede. ¿Estoy loca?: Probablemente.

Deberé arrodillarme ante él, la misma postura que requiere fregar escaleras vecinales, cierto; aunque no es lo mismo sentir las frías baldosas que la moqueta bajo mis gastadas rodillas. Tampoco es igual ser objeto de las despectivas miradas de los vecinos que...

Colección de Juguetes II

Un paso más...las cosas toman un giro inesperado pero muy caliente

Colección de Juguetes (II)

No se me quitaba la calentura por lo que había pasado con Camilo en los baños del colegio.  Pero no había logrado avanzar ni un paso, pues llevaba días sin verlo.  Se había esfumado.  O no habría vuelto a clases o me rehuía.

Me desahogaba clavando a Juanito a todas horas.  El pobre tenía su culo tan destrozado esos días, que cuando le ordenaba ponerse para follarlo, se soltaba a gimotear y a suplicarme que pasara de sodomizarlo y le diera mejor la gracia de mamármela...

Refrescante boca

Desnudo, cansado, acalorado, te imagino de rodillas a mí.

Estoy desnudo en mi salón, cansado, sudado. Acabo de llegar del trabajo, el trayecto es lo suficientemente corto como para que el coche no pueda enfriarse con el aire acondicionado. Hace mucho calor, 36,8ºC . He llegado, me he desnudado y he encendido el butano para darme una ducha refrescante.

Suena el teléfono, yo estoy desnudo, me siento en el sofá, con las piernas abiertas; “¿Sí?, dime… de acuerdo, ¿a que hora vienes?, bueno te dejo que tengo muchas cosas que hacer”. Mentira, sólo estoy cansado, s...