La Mansion de Fran (IV)

Continuación

Así pues prosiguió la fiesta. El número 45 y yo tumbados con mucho dolor en nuestras partes bajas y fijados al suelo sin poder decir nada. Los números 10,15,20,25 y 30 hacían de camareros y traían dos bandejas enormes. Las dejaron encima de la mesa y las destaparon. Dentro se encontraban los números 35 y 40. Ambos estaban atados, amordazados y decorados como dos cerdos asados. Manzana en la boca incluida. Todos los comensales se acercaron a la mesa expectantes y contentos, dejando caer comentarios muy bueno...

La Mansion de Fran (Final)

Continuación y final de este relato.

- Vaya veo que tus partes empiezan a hablar.

No sabía de lo que estaba hablando. hasta que me fijé. Estuve durante tanto rato con dolor en mis partes y estaba tan triste interiormente que no em dí cuenta de lo que le pasaba a mi cuerpo.

- ¿Cómo te sientes? Te veo muy contento. Que falta de respeto hacia tu AMA.

*No paró de decir frases como esa tocándome mis partes y rozando sin parar mi cinturón de castidad. Eso hacía que cada vez me sintiera más humillado. Por lo visto lo proporcionado no e...

Me gusta ser puta

Siempre me a gustado ser puta y estoy orgullosa de serlo me gusta ser tan cerda y que me agan de todo

Hola, aunque no lo crean me encantaron sus relatos , sus historias y/o fantas y por eso les  escribo, mi nombre real no importa, (Erika lo uso cuando ando de puta), pero como yo tengo un poco de vergüenza y me cuido mas la reputación cambio de nombres.

Yo tengo tatuada en una nalga  " SOY PUTA Y ORGULLOSA" incluso hice hacer unas tarjetas que las dejo en los baños de hombres o las doy en las discos ofreciéndome para orgías. No me encantan las chicas, pero si hay hombres en medio, no tengo problem...

La abogada (Boss Lady) IV

Rachel comienza a entrenar personalmente a la joven abogada

Este relato es una traducción del original "Boss Lady" escrito por Euryleia Rider y aparecido en las páginas de BDSM library.

IV

El entrenamiento comenzó tan pronto como estuvieron de regreso en la mansión. Rachel le enseñó a Amy como debía sentarse, arrodillarse, presentarse e, incluso, como hacer sus necesidades, todo bajo la estricta vigilancia de su jefa.

Amy se esforzaba, pero aun le costaba hacerlo todo bien a la primera.

  • Esto va a tener repercusiones inmediatas. Tu recomp...

Ocupándome de Ricardito

Como una ama de Salamanca pierde los papeles con su esclavo

Ricardo G es mi jefe

Siempre habia sido un poco ligón con todas las mujeres de mi oficina. Un dia me harté , le envié un mail y se convirtió en un sumiso a mis órdenes.

A partir de este dia mi vida en la oficina mejoró notablemente. Bastaba que enviara un toque por el correo interno para que Ricardo estuviera a mis pies, es un decir , literalmente lo tenia entre mis piernas.

A mi siempre me ha gustado que me laman el chocho y en verano usando siempre vestidos y nunca bragas es mucho más fá...

La condición de objeto.

Cuando la convierte en su muñeca, cuando la lleva extraños mundos de sensaciones, insospechados placeres la subyugan. La libera de su carga diaria, de su trabajosa pose, la hace ser otra...

La condición de objeto.

Cuando la convierte en su muñeca, cuando la lleva extraños mundos de sensaciones, insospechados placeres la subyugan. La libera de su carga diaria, de su trabajosa pose, la hace ser otra.

Veladas de amor y carreras bajos la lluvia, románticas cenas de hablares sugerentes, de miradas clavadas el uno al otro. Viajes a lugares lejanos, escapando del decorado para escapar de ellos mismos.

Si las paredes de los hoteles guardaran las imágenes, recordaran s...

Azotada en una boda.

Nadie sabe como la conversación derivó en las fantasías sexuales y menos aún como ella expuso la suya, la de ser azotada desnuda en presencia de varias personas. Aún menos explicable es como se decidió dar ese paso más que supondría llevarlo a la práctica. El caso es que se dieron las circunstancias improbables para que ocurriera aquello.

AZOTADA EN UNA BODA

La boda se celebraba en un antiguo convento, acondicionado y remodelado para hotel. Había bebido demasiado y acabó en un salón distante del principal.  No estaba sola, en aquel pequeño grupo estaban su marido,  otro matrimonio joven, dos muchachos, primos de la novia que habían venido de fuera para la celebración y el hermano mayor de ésta.

Nadie sabe como la conversación derivó en las fantasías sexuales y menos aún como ella expuso la suya, la de ser azotada desnuda en prese...

A veces mi novio se convierte en mi amo.

Con él, y con el tiempo, descubrí mi parte sumisa.

Habíamos quedado a las 6, y a las 6 yo ya estaba en su puerta, esperando a que me abriese. Esa noche me quedaría con él a dormir.Toqué al 2º C algo nerviosa, y en seguida oí su profunda voz  contestando ''Si?'' a lo que respondí ''Hola cielo, abreme!''. La puerta cedió al empujón que le dí, y subí las escaleras, imaginado lo que me esperaba arriba. Le amaba, a pesar de ya llevar casi un año, seguía sintiendo mariposas en la boca del estomago cada vez que le besaba.

Recuedo con ternura cuando nos acost...

ESTHER (capitulo 34)

Harley km.0 y sorpresas en La Padriza.

Hasta mayo no regresamos a Nueva York, ni viajamos a ningún lado. Como hacia mas de un año que no cogía la moto, durante ese mes y pico la utilice  todos los días para ir al despacho. A primeros de mayo era la concentración Harley-Davidson Km 0 de Madrid, y quería asistir con Esther para darla una media sorpresa. Sabia que tenia una moto, aunque nunca la había visto. La tengo en otra zona del parking cubierta con una lona. Estaba seguro que cuando viera mi Road King Classic iba a flipar. La sorpresa no iba...

La satisfacción de la humillación

Sebastían cree que si me someto a él lograré ser feliz. Yo me animo y descubro los placeres ocultos tras la obediencia y la humillación.

Conocí a Sebastián en un club nocturno. Fue el día de mi cumpleaños número 25. Yo estaba muy triste, no quería salir a festejar, pero mis amigas insistieron, y nunca dejare de agradecerles por eso. El motivo de mi pesar era que mi vida no era lo que yo había esperado, era evidente que algo faltaba: Sebastián. Claro, eso lo entendí más tarde.

Lo primero que me dijo es que no le gustaban las mujeres que se pintaban la cara como una puerta (ese era mi caso). Me sentí totalmente desconcertada, ya que cuan...