Conociendo a ratona (reclutadora)
Ya tenía a ratona, a su madre y a su patética hermana a mis pies y con obligaciones diarias
Ya tenía a ratona, a su madre y a su patética hermana a mis pies y con obligaciones diarias, era el turno de las dos amigas, así que dirigí la mirada hacia una de ellas, mis futuras zorritas. Haber tú, inútil cómo te llamas, yo….yo alteza, respondió la temerosa chica, le, pregunte con voz de mando ¿a quién estoy mirando? Ella con voz temblorosa respondió con apenas un susurro “alteza, mi nombre no tiene importancia, yo acepto el que usted buenamente me asigne”.
Sorprendida d...