Silvia H. (12+1)

Sigue la despedida de soltera de Silvia "- O-oye... uffff... lo siento Me divirtió muchísimo el comentario de Loli... y su expresión avergonzada - jeje... ¿estás tonta? ¿me estás pidiendo perdón por haberte corrido?"

  • ¿Tú qué haces por aquí?

  • Busco mi amiga

  • Trini?

  • ¿cómo sabes...?

  • Yo lo sé todo, menos si tienes edad para estar aquí

La niña, esa chiquilla que se sentaba en las rodillas de la lesbi y luego casi me revienta la polla viendo como sus dulces morritos se esforzaban en abarcar el chupito en la barra... esa muñequita de porcelana estaba ante mí, con sus ojitos brillantes y sus mejillas sonrojándose al oirme

  • No... yo... si que me dicen... pero tengo 22 años...

Un fin de semana mas 2.

Segunda parte der Relato real de un fin de semana de tantos de Amo Ángel y yo, su sumisa xana. Momentos vividos y contados con el desorden propio de una memoria llena de sensaciones.

Me dejas descansar un rato tirada en el sofá.

Te acercas a mí y me coges por el pelo, arrastrándome hacia el baño, me señalas el suelo de la ducha, me arrodillo y me quedo mirándote, esperando, se lo que viene después.

Te sacas la polla y empiezas a rociarme primero las tetas, vas dibujando con el chorro en mis tetas y en mi coño…. Poco o poco , dejas que el chorro vaya subiendo sabes que me pone nerviosa, aun así me dices que cierre los ojos y me meas la cara, te gusta, lo haces muy despacio, r...

Mis inicios en la Universidad (3)

Me peleo con Sheyla en un emocionante combate que puede ganar cualquiera de los dos para llevarse el ansiado premio. Aunque no estaba previsto, una tercera persona entra en la apuesta...

Sheyla y yo entramos en el apartamento y empezamos a determinar las reglas de la lucha:

Sería en el salón, que después de apartar varios muebles tendría unos 20 m 2 . Sería un combate al estilo lucha libre con victoria por sumisión. No se permitían los mordiscos, golpes con el puño cerrado, codos o rodilla a la cara (para evitar marcas visibles) ni contacto de ningún tipo con las partes sensibles del cuerpo del contrario: ojos y genitales; tampoco tirar del pelo o quitar la ropa. A falta de una ves...

4 años no son nada

Reencontrandome con Laura

Continuación  de una serie de relatos de 2011 …

Habían pasado varios años desde la ultima vez que la había visto , yo me fui de España una temporada y ella se embarcó en una relación formal , el contacto se perdió y aunque pensaba de vez en cuando en nuestras noches juntos no había hecho ningún intento por retomarlo. Por eso me quedé más sorprendido cuando la vi en la otra esquina del bar , hablando con el que seria su novio y bebiendo vino , en tiempos de redes sociales e inventos para ligar no pensé...

Mis inicios en la Universidad (2)

Continuación del relato anterior. Carmen me ofrece una recompensa por mi esfuerzo, pero será difícil conseguirla.

Por la mañana me levanté empalmado

, a

pagué el despertador y fui a la cocina a desayunar. Seguía caliente por mi experiencia del día anterior

y tenía ganas de hacerme una paja

,

pero decidí aguantarme por Carmen. Tampoco quería que mi esfuerzo de la noche anterior fuera en vano.

De camino a la Universidad fui con mi mochila sobre el regazo todo el trayecto. La erección

iba subiendo y bajando por momentos y apenas

podía controlarla. Esperaba no tener muchos estímulos cu...

Mi madre y el negro VII: Regalo

Alicia vuelve a casa del hospital y necesitaba ver a Frank, necesitaba liberar toda la tensión acumulada después de la agresión que había sufrido, y que mejor manera que dejándose llevar por el negro... lo que no era capaz de imaginar era la sorpresa que le tenía preparada el chico...

Cuando Alicia llegó a casa con su madre, estaba vacía.

  • No se donde estarán Frank y tu hermana. Habrán salido a tomar algo. - Dijo Elena.

  • ¿Frank? ¿Frank está aquí?

  • Si, es un chico majisimo. Se ofreció a hacernos compañía mientras estábamos contigo en el hospital. El también estaba muy preocupado por ti.

Alicia sabía perfectamente el tipo de compañía que le había hecho a su madre, sólo esperaba que con su hermana se hubiera comportado...

La chica subió a su habitación y se...

La jefa (I)

No te des la vuelta, mirada abajo y mas vale que pase lo que pase mantengas la boquita cerrada

Mi corazón latía a mil por hora, cualquiera de mis empleados podría ser quien encontrase la nota, y no es que tuviese muy buena fama entre ellos, podría decirse que he sido muy mala persona como jefa y ahora cualquiera de esos indeseables podría tomarse la venganza como mas le plazca conmigo. Los minutos se hicieron eternos pero mi teléfono no tardo demasiado en sonar, acababa de llegarme un mensaje... me quede unos instantes mirando el teléfono pero rápidamente recordé que no estaba sola en esto, escribí a...

Cualquier día a cualquier hora

La auténtica hazaña consiste en descubrir que necesita la otra persona aunque no lo sepa ni ella misma.

La conocí por Internet (menuda novedad), a veces me da la impresión que no soy capaz ni de recordar la última vez que conocí a una sumisa fuera del mundo de la virtualidad. Fue ella quien contactó conmigo (eso no es ninguna novedad), parecía una mujer inteligente y posteriores conversaciones demostraron que lo era, se dedicaba a escribir -como yo- quizás por eso conectamos rápidamente supongo que porque ambos pensábamos igual y eso nos hacia imaginar que sentiríamos igual. Además ella quería saber lo que si...

La vida de casada de Valeriè Dupont (VII)

Una nueva entrega. Dominación ambientada en la Francia de los Luises.

El aroma de los manjares del desayuno inudaba el comedor del palacete Latour. Leroy, presidiendo la larga mesa, daba cuenta de la selecta pastelería cuando su esposa entró, tomando ceremoniosamente asiento en el otro extremo.

- Buenos días.

- Buenos días querida. ¿Por qué no guardáis vuestros exquisitos modales para el público y os sentáis conmigo? - Preguntó con una sonrisa.

Ella se sonrojó y acercándose tomó el asiento más cercano a él.

- Hmmm... Casi. - Comentó él secamente, fi...

La fábrica (41)

Penúltimo episodio de la saga

No sé durante cuánto rato me tuvo así, pues llegó un punto en el cual toda percepción del tiempo se me hizo del todo imposible e, incluso, éste pareció dejar de existir; aun a pesar de ello, llegó un momento en el cual se detuvo y, por cierto, yo no terminaba de creer que por fin lo había hecho: la tortura del placer extremo y sin control parecía haber llegado a su fin.  Sin embargo, me equivocaba: apenas retiró el miembro artificial de mi sexo, buscó mi orificio anal, dejando así en claro que ése sería su...